Una de las tradiciones irlandesas, y que cualquier turista podía ver si viajaba al país en Semana Santa, era que los conocidos pubs de todo el país permanecían cerrados durante el Viernes Santo. Era así desde 1927 cuando por ley se prohibió vender alcohol este día con el objetivo de preservar la naturaleza penitencial y de ayuno de este día.

El pasado mes de diciembre el presidente de Irlanda, Michael D. Higgins, revocaba 91 años después aquella ley ante la presión de la mayoría de parlamentarios y del sector turístico del país. Por tanto, el próximo 30 de marzo los bares irlandeses estarán abiertos y servirán alcohol.


Pero no todos. Dueños de pubs de varias ciudades ya han anunciado que permanecerán cerrados el Viernes Santo para mantener la tradición y así pasar el día en familia.



Catholic Herald publica algunos casos como por ejemplo en Drumconrath, al norte de Dublín, donde los tres propietarios de bares de la localidad se han unido para mantener la tradición de un Viernes Santo sin alcohol.


Uno de ellos, Durmont Muldoon asegura que “sólo tienen dos días de descanso en todo el año, solo dos, así que decidimos mantener este festivo así como el preserva la tradición y tener un poco de respeto por nuestra religión”. Además, explicaba que lejos de provocar la ira de sus clientes, “hemos recibido un gran apoyo, después de todo, es sólo un día”.

“Nos conocían en todo el mundo por cerrar el Viernes Santo, era algo diferente en Irlanda y esto ahora se ha acabado. Poco a poco, todas las tradiciones irlandesas están desapareciendo”, agrega.

Otro de estos dueños, Pauline Fay dijo que este día les permitía desconectar por completo y pasar el día en familia: “La calidad de vida no tiene precio. Siempre pasé este día con mis hijos y continuaré haciéndolo”.

Por otro lado, Joan Hourigan asegura que lleva 50 años sirviendo pintas desde el otro lado de la barra y que el Viernes Santo “es algo que aprecio y una tradición que quiero mantener”. Lo anunció a sus clientes por Facebook y la inmensa mayoría tuvo una opinión positiva. “Bien hecho, mantén nuestras tradiciones”, dijo uno de ellos, mientras que otra cliente le escribió: “nuestro país necesita defender sus tradiciones”.