En Alemania, al igual que existe sobre todo en otros países del norte de Europa, existe el conocido como “impuesto eclesiástico”. En el censo cada alemán declara su religión y paga impuestos para financiar su confesión, siendo éste de hasta el 9%. Si no se quiere pagar, el ciudadanos debe apostatar formalmente de su fe.

Este impuesto ha provocado que la Iglesia Católica de Alemania sea probablemente la más rica del mundo pese al desplome de las personas que acuden a misa cada domingo en el país. Pese a ello, el diario Handelsblatt, tal y como recoge Catholic Herald, ha publicado que la Iglesia Católica ha batido un récord al recaudar en 2017 más de 6.000 millones de euros a través del impuesto eclesiástico.

Todo ello, pese a la fuerte secularización del país y los numerosos casos de baja de esta religión precisamente para no pagar impuestos.

En 2016, según datos de la propia Conferencia Episcopal, en Alemania había 23,58 millones de católicos, lo que representa el 28,5% de la población total del país. Durante ese año abandonaron la Iglesia un total de 162.093 personas, una cifra algo menor que en 2015, cuando fue de 181.925. Por su parte, sólo entraron 2.574 adultos nuevos a la Iglesia mientras que se “reincorporaron” 6.461.


Desde el año 2000, 2,2 millones de alemanes han dejado oficialmente la Iglesia Católica aunque los ingresos siguen aumentando debido a la fortaleza económica del país y sus altos sueldos medios.

En 2015, asistían a misa los domingos 2,5 millones de alemanes cuando medio siglo antes eran más de 11 millones.


En el informe publicado por este diario aleman se desprende también que las 27 diócesis alemanas, que con las obras que promueven son unas de las grandes fuentes de empleo del país, tienen una fortuna de unos 26.000 millones de euros.

La Diócesis con más capital es la de Padeborn, con 3.500 millones, seguida de Múnich con 2.800 y la de Colonia, con 2.600.

Además del dinero que recibe por el impuesto eclesiástico, las diócesis tienen numerosos activos e inversiones, por valor de más de 30.000 millones de euros.