A partir del mes de octubre, los ocho centros de genética médica de Bélgica ofrecerán a las parejas que deseen tener un hijo un test de diagnóstico preconcepcional que permitirá detectar si son portadores de 1200 enfermedades recesivas ligados al cromosoma X y evaluar el riesgo de que le sean transmitidas a su hijo en caso de embarazo. También podrán solicitarlo quienes acudan a la fecundación artificial en bancos de esperma o de óvulos.
Según una información de De Morgen y de RTBF (Radio Televisión Belga Francófona), el coste de la prueba oscilará entre 1000 y 1400 euros y no está previsto que por el momento sea cubierta con financiación pública.
Se trata de un proyecto piloto que analizará la sangre de las parejas que se sometan a él y les comunicará el resultado "algunos meses" después, pues según uno de los genetistas que participan en él "la técnica es bastante más complicada" que los test prenatales actuales que se realizan, con el niño ya concebido, para detectar las trisomías 21, 18 y 13. La supervisión será voluntaria y se centrará exclusivamente en enfermedades recesivas (esto es, los padres son portadores sin saberlo) y ligadas al cromosoma X (que transmite la madre sin que ella presente síntomas). La finalidad es elevar proyecciones sobre la población general.
"Los futuros padres podrán valorar mejor los riesgos de que su hijo sufra una enfermedad grave. Podrán así reducir el sufrimiento", afirma Elfride De Baere, presidenta del Colegio de Genética de Bélgica, quien afirma que inicialmente se espera que soliciten la prueba pocas parejas, pero que a largo plazo lo haga un 10% de las parejas, lo que significaría unas 12.000 por año. "Podríamos evitar cinco enfermedades graves por año", añade, lo que sin embargo considera importante porque "un niño con una enfermedad grave se asocia con mucho sufrimiento y le cuesta a la sociedad millones de euros en atención sanitaria, ingresos hospitalarios e investigación".
La finalidad eugenésica es, pues, clara, en un país que apuesta fuerte por otros aspectos de la cultura de la muerte: el año pasado murieron eutanasiadas 2357 personas (un 147% más que en 2010) y casi la mitad de los belgas apoyan que se retiren los tratamientos médicos a mayores de 85 años.
Aunque el diagnóstico preconcepcional no es directamente abortivo, pues no se ha producido aún la fecundación, sí puede serlo indirectamente, al actuar como indicador para un diagnóstico prenatal durante el embarazo que tenga como finalidad el aborto en caso de que el feto presente efectivamente la alteración genética.