En Reino Unido ya son más las personas que se definen como “sin religión” que aquellas que dicen ser parte de alguna de ellas. Estos son los datos que ha recogido una macroencuesta del NatCen Social Research, que recoge datos cada año desde 1983. Nunca hasta ahora había habido en el país tantas personas agnósticas. En 2016 ya representaban el 53% de la población cuando en 2015 eran el 48%. Hace tres décadas el porcentaje se quedaba en el 31%.

Este dato va irremediablemente unido al desmoronamiento histórico que está experimentando la Iglesia de Inglaterra (anglicana). La debacle es de tal calado que en dos décadas podría prácticamente no haber anglicanos en este país, cuna de esta denominación cristiana.


La deriva de la Iglesia anglicana ha provocado la indiferencia por la religión en un porcentaje muy alto de ellos y la partida de grupos al catolicismo o iglesias cristianas más conservadoras. La apertura a la ordenación de mujeres como sacerdotisas y obispesas y sus guiños a la ideología de género tampoco han evitado este desmoronamiento.

El hecho es que en 2016 tan sólo el 15% de los británicos se consideran anglicanos, la mitad que en el año 2000. 

Especialmente grave será el relevo generacional en esta iglesia puesto que tan sólo el 3% de los británicos entre 18 y 24 años se confiesan anglicanos, cifra que llega al 40% entre los mayores de 75 años.

En general, el 71% de los jóvenes entre 18 y 24 años se consideran “sin religión”, porcentaje que ha aumentado 9 puntos en tan sólo un año.


En cuanto a la Iglesia Católica, la encuesta le dedica un pequeño apartado en la que no sale del todo mal parada. En Reino Unido, el número de personas que se definen católicas sigue estable desde hace 30 años manteniéndose en torno al 10% de la población total.

Siguiendo esta tendencia, en pocos años el número de católicos puede superar al de anglicanos en un país que ya es mayoritariamente no creyente.