Como cada año, la Conferencia Episcopal de Alemania publica un detallado informe sobre la realidad de la Iglesia Católica en el país y que de nuevo muestra un escenario que va empeorando, pues siguen abandonando la Iglesia decenas de miles de personas.
Pese a su todavía peso en lo social y asistencial, gracias en buena parte al impuesto eclesiástico que pagan los alemanes, su influencia y presencia real es cada vez más limitada.
En 2016, en Alemania había 23,58 millones de católicos, lo que representa el 28,5% de la población total del país. Durante ese año abandonaron la Iglesia un total de 162.093 personas, una cifra algo menor que en 2015, cuando fue de 181.925. Por su parte, sólo entraron 2.574 adultos nuevos a la Iglesia mientras que se “reincorporaron” 6.461.
La forma de medir quién "deja la Iglesia" es peculiar en este país y en Austria, con un sistema similar: muchas personas se dan de baja como católicas en el censo de Hacienda porque así se ahorran pagar el "impuesto religioso", que es un dinero extra que los que no declaran una religión no pagan. No hay ningún acto formal de rechazo de las verdades de la fe, etc…
Debido a la bajada de la práctica religiosa y a la reestructuración que han tenido que hacer las diócesis ha provocado que de 10.817 parroquias existentes en 2015 se pase a 10.280 en tan sólo un año.
También baja la asistencia a misa entre los católicos alemanes. En 2016 fue del 10,2%, dos décimas menos que el año anterior. Sin embargo, en 1995 esta cifra aumentaba al 18,6% por lo que la caída es notable.
Los matrimonios canónicos también están a la baja, aunque se mitiga la caída. Hubo 43.610 bodas católicas, 688 menos que en 2015. Pero 20 años antes esas cifras superaban ampliamente las 85.000 por lo que en dos décadas se han reducido prácticamente a la mitad.
Los bautizos se han visto incrementados este año ligeramente pasando de 167.226 a 171.531, debido en gran parte por la llegada de inmigrantes de origen católico durante estos años.
El secretario general de la Conferencia Episcopal alemana, Hans Langerdöfer SJ, se felicitó porque “casi un tercio de la población de nuestro país pertenece a la Iglesia Católica”. Desftacó que muchos de estos miembros “participan activamente en las parroquias, asociaciones y en las instituciones sociales y de caridad”.
Con respecto a la práctica de los sacramentos, el representante de los obispos quiso destacar el ligero aumento de los bautismos aunque se lamentó de la cantidad de católicos que abandonan la Iglesia cada año asegurando que la jerarquía tiene que pensar por qué pasa esto y dar una respuesta a estas personas para que vuelvan a casa.
Puede ver el informe completo de la Conferencia Episcopal pinchando AQUÍ (en alemán)