Esta sábado 24 de junio fueron ordenados como dos diáconos permanentes dos hombres acostumbrados a estar rodeados de niños y a atender a los necesitados de muchos países. Muchos de sus hijos acudieron a la ceremonia en la catedral de Trento, Italia: entre los dos suman 19 niños (cada uno con su esposa, e incluyendo adoptados y acogidos).
Ettore Barion tiene 50 años, es turoperador en el lago de Garda. Con su esposa Eithne, de origen irlandés, tiene 7 hijos; cinco de ellos eran niños abandonados de Ghana y Rumanía a los que adoptaron. Hace años que colaboran en proyectos con niños en esos países, especialmente con niños enfermos.
Antonio Caproni, de 58 años, es fisioterapeuta. Con su esposa Sonia han estado 16 años como laicos misioneros en Brasil. Tienen 6 hijos, y otros 6 niños en acogida familiar. Son miembros de la Comunidad Papa Juan XXIII fundada por Oreste Benzi.
Ettore y Antonio, los dos nuevos diáconos permanentes revestidos con su dalmática en Trento.
Todos los diáconos permanentes casados necesitan el permiso de su esposa para poder ser ordenados. En este caso, tras años de generosidad como matrimonio, dicen que "la raíz de nuestro diaconado está en la vida concreta de nuestras familias, nuestras esposas son su columna vertebral".
Su curso para el diaconado fue más breve que en otros casos (tres años, y no cuatro o cinco) porque ya tenían estudios teológicos (Ettore fue novicio franciscano de joven; Antonio cursó Ciencias Religiosas).
El arzobispo de Trento, Lauro Tisi, los presenta como "luz para las naciones", por su experiencia misionera o de acogida internacional, hablando ante algunos de los chavales de esos lejanos países. El arzobispo también los pone como ejemplo para que los fieles sean valientes: "Iglesia de Trento, abre hoy los ojos, mira estos rostros, estos diáconos, sus mujeres, sus hijos. Mira estas historias de salvación y vuelve a ponerte en marcha. ¿Por qué temer cuando dentro tenéis hijos que viven así el Evangelio?".
Con Ettore y Antonio, la diócesis de Trento suma ya un total de 30 diáconos permanentes.