Desde el pasado sábado un enorme incendio, al que llamaban inicialmente incendio de Pedrógao Grande, ha asolado Portugal con cifras de muertos, heridos y desplazados insólitas: 64 muertos, más de 160 heridos (algunos muy graves) y 27 aldeas evacuadas. Treinta mil hectáreas se han quemado en los distritos de Leiría, Coimbra y Castelo Branco.

Los católicos han empezado a recoger ayuda para las víctimas, algunas de las cuales pueden haber perdido casas y medios de vida. Hay al menos 150 familias desalojadas.

Cáritas Portugal (www.caritas.pt) centraliza los donativos en la cuenta "Cáritas com Portugal apoia vítimas dos incêndios". 


Conta Cáritas (Caixa Geral de Depósitos): 0001 200000 730
IBAN PT50 0035 0001 00200000 730 54
SWIFT CGDIPTPL

Cáritas Portugal ya ha anunciado un fondo de 200.000 euros para apoyar a las víctimas de los incendios. Las distintas Cáritas Diocesanas han anunciado lo que van a aportar ellas a este fondo.

- Cáritas do Algarve (25 mil euros)
- Cáritas Diocesana de Bragança (10 mil euros)
- Cáritas Diocesana de Coimbra (100 mil euros)
- Cáritas Diocesana de Leiria-Fátima (10 mil euros)
- Cáritas Diocesana de Lisboa (40 mil euros e canaliza as doações que venha a receber nos próximos 3 meses)
- Cáritas Diocesana de Setúbal (50 mil euros)
- Cáritas Diocesana de Viana do Castelo (5 mil euros)

En Cáritas se recogen también ayudas en especie y se necesitan, sobre todo, en esta fase y momento, pañales (de niño y adulto), ropa interior (de niño y adulto) y almohadas para los desplazados. 


Cuando el incendio cumple su cuarto día, la prensa sigue recogiendo casos de descoordinación, rumores y caos en las administraciones del país, gobernado por los socialistas con apoyo de los comunistas e izquierda radical. 

Este martes se supo que la ministra Urbano de Sousa vetó la entrada de una columna de 60 bomberos gallegos al territorio portugués, afirmando que "ya había un exceso de voluntarismo".

Después, por la tarde, surgió el rumor de que un hidroavión se había estrellado. Hay 17 en la zona -entre ellos varios enviados desde España, Italia y Francia- y el Ministerio de la Administración Interna se negó durante dos horas a identificar la nacionalidad de la aeronave estrellada. La sorpresa fue absoluta cuando, casi dos horas tras el anuncio inicial, las autoridades lusas desmintieron la noticia. Son ejemplos de una gestión caótica del desastre por parte de las autoridades civiles.