El cardenal Konrad Krajewski, Limosnero Pontificio y enviado del Papa a Ucrania estaba este sábado repartiendo comida a personas que se han quedado en "zona de nadie", cerca del frente ocupado por las tropas rusas, cuando empezaron a caer disparos en su cercanía.
El cardenal Krajewski y sus acompañantes quedaron bajo fuego y buscaron refugio. “Por primera vez en mi vida, no sabía ni adónde correr. No es suficiente solo correr, tienes que saber a dónde ir”, explicó el cardenal de origen polaco en Vatican News.
Es el cuarto viaje del Limosnero Papal a la Ucrania en guerra. En esta ocasión, el cardenal estaba en la zona cerca del frente de Zaporiyia, al sureste del país.
Le acompañaban un militar, como guía; un obispo católico y un obispo protestante. En las fotos se ven con sus cruces pectorales, alzacuellos clerical y chaleco antibalas. Recorrían la zona en un microbús, deteniéndose en diversas localidades a repartir sobre todo comida. Entraron en una zona donde, dijo, “fuera de los soldados no entra nadie” porque cada vez son más frecuentes los disparos.
El cardenal Krajewski y otros clérigos -a la derecha un obispo protestante- reparten comida en septiembre cerca del frente de Zaporoyia.
En la segunda de las etapas de la ruta empezaron a caer disparos cerca y todos salieron huyendo con desconcierto. Sin embargo, al final nadie resultó herido y se puedo repartir toda la ayuda del día, incluyendo unos rosarios bendecidos por el Papa. Según el cardenal, las personas, en cuanto los recibían, se los ponían al cuello.
Coincide que ese día el cardenal celebraba su aniversario de consagración como obispo, y lo ha hecho en el contexto, dice, de "una guerra absurda".
Zaporoyia, misiles en la nuclear y sin electricidad
La guerra dura desde febrero y según el Fiscal General de Ucrania ha causado la muerte de al menos 390 niños y ha herido a 757, a fecha de 19 de septiembre.
Según declaró el domingo el ministro de Energía de Ucrania, 793.000 personas están sin electricidad en las regiones ucranianas de Donetsk, Zaporiyia y Mykolaiv por los bombardeos rusos contra las infraestructuras.
Para asustar aún más a todo el mundo, este lunes 19 la compañía atómica ucraniana Energoatom avisó de que un misil ruso causó una terrible explosión a 300 metros de los reactores nucleares de Zaporiyia, dañando 3 líneas de energía. Los ucranianos acusan a Rusia de usar la planta nuclear como una herramienta de chantaje.
Cáritas Zaporiyia (la Cáritas de rito bizantino), conscientes de que muchos hogares no van a tener gas ni electricidad, está repartiendo sacos de carbón, leña y combustible a las casas de las zonas cercana a los combates y bombardeos. Sobre todo se trata de personas ancianas, discapacitadas o pobres de ámbito rural o semi-rural que no piensan ir a ningún sitio pero van a necesitar carbón para un invierno duro.
Así, se combina el miedo al accidente nuclear y el uso de carísimos misiles modernos, con una necesidad casi prehistórica de leña para calentarse en invierno.
Voluntarios de Cáritas reparten sacos de carbón y leña para el invierno cerca del frente de Zaporiyia.
"En condiciones de bombardeos constantes, infraestructura dañada y vulnerabilidad social, el calor en los hogares se vuelve costoso y difícil de conseguir. Queremos compartir tanto el calor de nuestro corazón como entregarlo a los hogares de los necesitados", explica la web de Cáritas Zaporiyia. Por el momento ya han entregado 126 toneladas de combustible a 40 hogares de Komyshuva, Gulyaipil, Preobrazhen y Ternuvat. "¡Seguimos trabajando, fuertes y unidos, para que no le tengamos miedo al frío!", dice la ONG católica.
La red para los desplazados de Zaporoyia
En la ciudad de Zaporiyia siguen llegando refugiados que huyen de los combates en Jersón y en contras zonas del sureste. Unas cien personas al día llegan al centro de tránsito habilitado, llamado Ya-Jersón. Muchos seguirán su viaje hacia Kiev o Lvov, mientras que otros se demoran esperando que pasen los combates y puedan volver a sus casas.
Cáritas Zaporiyia ha entregado este mes al centro de tránsito 1.000 packs de alimentos "de emergencia", útiles para quienes están de viaje: pan, carne enlatada, fideos instantáneos y sopa, galletas y café instantáneo. La idea es que les sirva hasta que lleguen a su siguiente destino.
Además, Cáritas se ha estado reuniendo recientemente con las autoridades locales para crear nuevos albergues para desplazados y ayudar a alojarlos.
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Para ayudar a las víctimas de la guerra en Ucrania, Cáritas Española ha abierto esta web y la cuenta Caixabank ES31 2100 5731 7502 0026 6218