El padre Hamel tenía 85 años el día de su martirio. Había querido continuar con sus tareas pastorales tras la jubilación mientras tuviese fuerzas. Sus últimas palabras a su asesino fueron: "¡Apártate de mí, Satanás!"
Monseñor Lebrun hizo el anuncio de la apertura formal tras la misa crismal del Jueves Santo. En octubre había recibido la autorización excepcional del Papa para acortar el plazo de cinco años exigido por el derecho canónico.
Según explicó monseñor Lebrun, además de estudiar los escritos del padre Hamel, será un elemento fundamental "constatar que tiene una reputación como mártir", porque la apertura del proceso "no es un acto individual, es un acto que viene del pueblo de Dios". En ese sentido, afirmó que "hay muchos correos, muchas manifestaciones de personas que dicen que él era un mártir. El Papa mismo, en el mes de septiembre manifestó su compasión y al mismo tiempo su sentimiento de que el padre Hamel fue un mártir".
Ahora se trata de sistematizar y examinar todos esos testimonios: "Queremos asegurarnos de que el padre Jacques Hamel sufrió la muerte a causa de su fe católica, a causa de su fe en Jesús muerto y resucitado".
La archidiócesis de Ruán ha distribuido una oración para pedir la intercesión del padre Hamel, cuya traducción (no oficial) ofrecemos abajo:
Padre Jacques Hamel:
Presenta nuestra oración
a Dios Padre, Hijo y Espíritu Santo.
Le consagraste tu vida:
que Dios nos ayude a cumplir Su voluntad cada día: sencillamente, fielmente.
Le ofreciste el pan y el vino:
que Dios nos ayude a ofrecer nuestras vidas
para Su gloria y la salvación del mundo.
Desenmascaraste a Satanás, el gran creador de divisiones:
que Dios nos ayude a rechazar sus tentaciones
acogiendo el Espíritu de amor y de perdón.
Moriste con el hábito sacerdotal:
que Dios nos ayude a dar testimonio de Jesús
y de su Evangelio hasta el final.
Presenta también a Dios
esta intención particular: ...
Presenta, en fin, a Dios
la insistente petición de la diócesis de Ruán
para que jóvenes Le consagren su vida.
Padre Jacques Hamel, ruega por nosotros.