Como cada año en estas fechas los jefes de Estado realizan su tradicional mensaje de Navidad que dirigen a su pueblo y en esta ocasión el Rey de España, Felipe VI, apenas hizo mención al sentido que tienen estas fiestas.
“Navidad es nacimiento, celebrar lo que nace es tener fe en el futuro”, dijo el monarca español sin especificar quien nació. Esta afirmación y una imagen de la Sagrada Familia colocada en los estantes de su despacho y que sólo se vio en el inicio de su discurso fueron las únicas alusiones al sentido cristiano de la Navidad.
En contraste a lo ocurrido en España se encuentra el mensaje navideño de la Reina Isabel II de Inglaterra, cargado de menciones a Jesús y al sentido cristiano de esta fiesta.
En su discurso, que duró siete minutos, la monarca de 90 años dijo que el ejemplo de Jesucristo ayuda a los seres humanos a ver el valor de hacer cosas pequeñas pero con gran amor y utilizó el ejemplo de Cristo para alentar a la gente a realizar “pequeños actos de bondad”.
Este es un pequeño fragmento de su discurso en el que habla de Jesús:
“En la Navidad nuestra atención se dirige al nacimiento de un bebé hace unos dos mil años. Fue el más humilde de los comienzos. Sus padres José y María no sabían que eran importantes. Jesucristo vivió en la oscuridad durante la mayor parte de su vida y nunca viajó lejos. Fue calumniado y rechazado por muchos aunque no había hecho mal. Sin embargo, millones de personas siguen ahora sus enseñanzas y encuentran en él la luz que guía sus vidas. Yo soy una de ellas porque el ejemplo de Cristo me ayuda a ver el valor de hacer las cosas pequeñas con gran amor”.
Las diferencias entre el mensaje navideño de ambos reyes es sustancial pero no es extraño puesto que este hecho ya se ha puesto de manifiesto en los años anteriores.
En su primer discurso navideño como Rey en 2014, Felipe VI no hizo tampoco mención a Jesús y dijo Navidad solamente dos veces, una para decir que era su primer discurso de Navidad y otra para desear “Feliz Navidad” a los españoles.
Ese mismo año, la reina de Inglaterra también habló sin tapujos de Cristo afirmando: “Para mí, personalmente, la vida de Jesucristo, Príncipe de la Paz, cuyo nacimiento celebramos hoy, es una inspiración y un punto de anclaje en mi vida. Un verdadero modelo de reconciliación y de perdón. Alargó su mano en gestos de amor, aceptación y sanación. El ejemplo de Cristo me ha enseñado a buscar siempre respetar y valorar todas a todas las personas: de cualquier fe o de ninguna”.