Un hombre encapuchado, armado con una escopeta de cañones recortados y un arma blanca, mató a cuchilladas a una enfermera en una casa para misioneros jubilados de la Sociedad de Misiones Africanas (Padres Blancos), en Montferrier-sur-Lez , cerca de Montpellier, en el sur de Francia.
El agresor se dio a la fuga y decenas de gendarmes con helicópteros lo buscan. No se le atribuye, por ahora, relación con el terrorismo yihadista. El asalto sucedió este jueves a las diez de la noche.
La policía encontró el cuerpo de la víctima, una auxiliar de enfermería de 54 años, en la planta baja del edificio. Los otros 59 habitantes de la residencia "Les chênes vertes", con una media de edad de 75 años, fueron puestos a salvo por los agentes: el agresor los había tomado como rehenes amenazándoles con la escopeta.
El fiscal de Montpellier, Christophe Barret, puntualizó de madrugada que por el momento la investigación no se había transferido a la Fiscalía Antiterrorista de París. "Lo único que puedo constatar es que ha habido sólo una persona asesinada y otra agredida, pero que no ha sufrido heridas graves", y que los ancianos residentes están "ilesos".
El viudo de la víctima explicó a RTL que "ella no tenía ningún problema con nadie, era amable con todos y siempre servicial". Añadió que en la residencia era fácil entrar: "Cualquiera puede entrar ahí. No había ninguna protección, ni alarma, ni guardia".
La policía acudió porque fue avisada por una rehén que se escapó. "Hacia las 22h, una mujer que trabaja en el hogar de ancianos llamó a la policía, diciendo que fue atacada por un hombre", dijo el fiscal Christophe Barret. Esta mujer fue atada y amordazada, pero logró liberarse para dar la alarma. Durante un tiempo el agresor encapuchado mantuvo amedrentados y como rehenes a los ancianos.