La inmensa mayoría de los suecos viven de espaldas a la religión organizada y a la Iglesia de Suecia, luterana, la oficial del país, muy poco bíblica, con una obispesa lesbiana militante en Estocolmo (casada con una "presbítera") como símbolo de su "todo vale doctrinal".
Los suecos piensan que el catolicismo es algo peculiar y extranjero, y les parece curiosa la llegada del Papa Francisco, un argentino, algo mucho más exótico de lo que era el polaco Juan Pablo II, el último Papa en visitar el país.
Sin embargo, la Iglesia católica llegó a Suecia cuando el obispo viajero y misionero San Óscar fundó una misión en Birka en el año 829. En 1008, el rey Olaf III Skötkonung se hizo bautizar por el obispo benedictino inglés San Sigfrido. Fue el primer rey sueco en mantenerse cristiano hasta su muerte, en 1022, aunque la mayoría de su pueblo, en sus días, siguió siendo pagano.
El catolicismo sueco medieval dio a luz a santos como San Botvid (converso y misionero que murió mártir de los paganos en el siglo XI), la reina Santa Ragenilda (del s.XII, fundadora de iglesias), el rey San Enrique (del siglo XII), Santa Ingrid de Skanninge (noble laica dominica del siglo XIII), Santa Helena de Skovde (noble del siglo XII que viajó a Jerusalén), la noble abadesa escritora Santa Catalina de Vadstena (s.XIV) y su madre, la más famosa del santoral sueco, Santa Brígida de Suecia, franciscana, reformadora, peregrina a Santiago, mística, pionera de la devoción al Sagrado Corazón, fundadora de las brigidinas y co-patrona de Europa.
¿Cómo es que un país con tanta historia perdió su identidad católica? Vamos a intentar explicarlo con 15 fechas.
Marca el inicio del Protestantismo, que insiste en dos doctrinas novedosas hasta el momento: "sola fide" (sólo la fe salva, ni las obras ni los méritos) y "sola scriptura" (sólo la Escritura es fuente de enseñanza y autoridad, ni la Iglesia ni la tradición... a lo que católicos y ortodoxos responden que esta enseñanza no aparece en la Escritura, y sí aparece que la Iglesia es pilar y fundamento de la verdad, en 1 Timoteo 3,15). El protestantismo, dividido muy pronto en corrientes contradictorias e incompatibles entre sí, pero siempre antipapistas, se extiende por Europa.
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tras haber unido a otros nobles y haber expulsado a los daneses, que controlaban el país.
de las diócesis, parroquias y órdenes religiosas y repartirlos entre los nobles que le habían ayudado a llegar al poder. Se repite lo que ya se ha dado en Alemania entre los príncipes alemanes y se adelanta unos 10 años a Enrique VIII en Inglaterra. La Reforma es una excusa de los ricos para apoderarse de tierras y edificios de la iglesia. Se expulsa a la mayoría de las órdenes religiosas, masculinas y femeninas. Se permite que algunas se queden, pero se les prohíbe aceptar nuevos novicios: morirán por envejecimiento.
Sólo el obispo Brask de Linköping intentó presentar resistencia, pero acabó exiliándose. Muchos fieles de poca formación ni se dan cuenta de que han cambiado la doctrina: buena parte de la liturgia se mantiene, el culto sigue usando ropajes similares, un rito parecido, se mantienen las fiestas de santos, la devoción mariana, se sigue llamando "misa" al culto y "sacerdotes" a los pastores. El luteranismo sueco siempre será el más parecido en sus formas externas al catolicismo.
: dirigida contra Vasa, llegó a controlar gran parte del país y amenazar la capital, y los católicos la apoyaban. Pero fue derrotada en batalla.
para Suecia, adoptan la Confesión Luterana de Ausburgo de 1530, y decretan que el país sólo profesará la doctrina luterana, rechazando al catolicismo y a otras variantes protestantes como la calvinista, o la de Zwinglio. Se rechaza la liturgia que proponía el rey Juan III de Suecia, heredero de Gustavo Vasa, demasiado procatólico. Se proclama su apoyo por el hijo pequeño de Gustavo Vasa, Carlos. Es el momento oficial y visible de rechazo a la doctrina católica, más allá de la mera confiscación de bienes y expulsión de clero. Habrá una guerra civil entre Juan III y su hermano anticatólico Carlos, que ganará éste último en 1599: coronado como Carlos IX, hará ejecutar a bastantes de los últimos nobles que aún se oponían al protestantismo.
el Parlamento sueco prohíbe explícitamente a todos los suecos profesar o practicar cualquier religión que no sea la luterana oficial del Estado. Se prohíbe la entrada de cualquier sacerdote católico. Los suecos que aún mantengan fe o prácticas católicas serán despojados de sus bienes y expulsados del país. Quien se convierta al catolicismo puede ser considerado traidor al rey y ejecutado.
Gustavo II Adolfo, rey de Suecia en la Guerra de los 30 años, furibundo anticatólico
El rey del momento, Gustavo II Adolfo, gran promotor del protestantismo en la Guerra de los 30 años (de 1618 a 1648), proclama en esa Dieta que la religión católica es "idolatría, invención humana y engaño, completamente contraria a la palabra de Dios y a las Sagradas Escrituras". Añade que "ese partido del diablo, los jesuitas, han sido la causa de la terrible tiranía que hay en España, en Francia y en otros países".
porque eran católicos que acudían a misa clandestinamente con un jesuita extranjero al que ocultaban y por haberse convertido al catolicismo en secreto en Alemania. Podían haber salvado la vida renunciando a la fe católica, pero se negaron. Con todo, las ejecuciones no eran muy comunes: era más frecuente la mera confiscación y exilio.
hija del agresivo Gustavo II Adolfo (al que casi no conoció) se convierte al catolicismo, que ha conocido por su trato con embajadores e intelectuales como el filósofo Descartes, que murió en Suecia en 1650. No puede quedarse en Suecia y va a vivir a Roma. Su tumba está en la cripta de los Papas del Vaticano, una mujer rodeada de Pontífices. Ese mismo año su sucesor Carlos X Gustavo insiste en decretar que el luteranismo es la religión del estado. Los pastores tienen el deber de recorrer las casas y asegurarse del luteranismo de las familias. Ninguna familia puede trasladarse a otro pueblo sin permiso del pastor.
entre estos años, en un país de 1 millón de habitantes. Debía haber más casos y señala una iglesia clandestina bastante viva. Las embajadas española, francesa y sobre todo la austriaca ayudan a los conversos, pues sólo allí se permite la misa, y según la ley, sólo para los diplomáticos. Antivari, el secretario de la embajada austriaca, organizó misas en 22 lugares distintos de Estocolmo, con "alquileres de local" de la legación.
Roma podrá enviar un vicario extranjero -y solo uno, el único sacerdote legal del país- para atenderlos. En realidad, esta medida debilitó la Iglesia. Se cree que pasó de 3.000 a solo 300 católicos en medio siglo.
Josefina de Leuchtenberg (1807-1876), reina consorte en Suecia, nieta de Josefina, la esposa de Napoleón Bonaparte, católica criada en Italia, fue la gran valedora del catolicismo en Suecia en el siglo XIX
El siglo XIX empezó con dos reinas católicas en Suecia ligadas a Napoleón Bonaparte: Desireé Clary, hermana de su cuñada, y antigua novia, y Josefina Leuchtemberg, nieta de su esposa Josefina. Esta Reina Jacob Studach, que permaneció 40 años en el país. "Me he encontrado una iglesia en disolución, sin templos, sin escuelas, sin casas, sin profesores, sin catequesis, sin dinero... Solo tenemos un grupo de niños, pobres y desharrapados", escribe. Abre en 1837 la primera iglesia católica del país en trescientos años: Santa Eugenia, en Estocolmo, y luego una escuela para niños, y después parroquias en Gotemburgo y en Malmö.
Son otros tiempos y distintas potencias de Europa protestan escandalizadas, por lo que Suecia cambia la ley y en 1860 ya se permite a los suecos hacerse católicos, pero aún así pierden el acceso a funciones públicas y otros servicios.
viven unos mil católicos en Suecia, y unas 70 familias en Estocolmo. Ya hay religiosas atendiendo ancianos y varias escuelas católicas.
excepto los funcionarios públicos, que pueden ser protestantes de distintos tipos, pero no católicos. Hay unos 16.000 católicos en el país, conversos del mundo artístico e intelectual y los laicos se organizan en Acción Católica.
sin limitaciones en la función pública, con una excepción: el rey no puede. En estas fechas la Iglesia católica contaba con 60.000 fieles, 26 parroquias, 115 sacerdotes, 230 religiosas...
La catedral de Estocolmo, vista desde el presbiterio
Así, la Iglesia católica que el Papa Francisco encuentra en Suecia en 2016 el doble de grande, y más aún, que hace 40 años, y llena de juventud, dinamismo y también con abundancia de pastores suecos convertidos al catolicismo.
Pero para el país Francisco es un visitante exótico de una religión con la que los ciudadanos no tienen contacto ni apenas conocen. Francisco va a dar visibilidad, con su mera presencia, a una propuesta y a una historia que casi todos ignoran.
(Para este artículo hemos recurrido, entre otras fuentes, al interesante libro de José Miguel Cejas, Cálido Viento del Norte)