En marzo de 2024 se reunieron líderes católicos, protestantes y ortodoxos de toda Europa al acercarse las elecciones del Europarlamento y prepararon un manifiesto o mensaje, especialmente dirigido a los políticos europeos.

El título del documento es Europa, sé tú misma: usa las palabras de San Juan Pablo II en Santiago de Compostela del 9 de noviembre de 1982.

El documento de marzo no tuvo mucha difusión en español. Ahora, ante las elecciones europeas, algunos lo citan, señalando que el documento critica que se instrumentalice la religión, mezclándola con argumentos étnicos, para hacer política. No concreta mucho a qué se refiere. "Los conceptos de patria y religión se utilizan como armas", lamentan los obispos.

Leído desde algunos países, puede significar que lamentan que se critique al Islam para conseguir votos. Leído desde otros, puede denunciar el uso de la Iglesia Ortodoxa rusa contra otras iglesias (ortodoxas, grecocatólicas, etc...) por razones políticas, dirigidas desde Moscú o Kiev en contexto de guerra.

Además, lamentan que "la desinformación difundida en las redes sociales digitales" dificulta el diálogo" y "socava la recepción moderada de la opinión de los expertos".

Los pocos medios de comunicación que se han hecho eco en español de este documento (no hay traducción oficial al español) no suelen recoger otros puntos fuertes que reclaman los obispos en él. Los firmantes denuncian que en la UE se acalla el mensaje cristiano y que muchos europeos cristianos se sienten marginados por ello. Repasamos algunas de sus quejas:

1) Denuncian "la exclusión de cualquier referencia apropiada a los valores cristianos en importantes textos de la UE. Es manifiesto que se desatiende la importancia de la tradición cristiana";

2) Denuncian que muchos ciudadanos que tienen "valores cristianos, ahora se sienten marginados, porque no tienen la oportunidad de expresar sus posiciones";

3) Piden "promover los valores cristianos en los programas y campañas políticas preelectorales";

4) Piden "reconocer los valores cristianos como fundamento principal del proyecto europeo",

5) Piden que la UE tenga un diálogo regular con las iglesias (como pedía el Tratado de Lisboa, 3.17),

6) Piden "reconocer los valores cristianos como fundamento principal del proyecto europeo".

La declaración conjunta se emitió el 20 de marzo y la firmaron 4 grandes entidades:

- la COMECE, con sede en Bruselas, que representa a los obispos católicos de la Unión Europea;

- la Conferencia de las Iglesias Europeas (CEC), entidad ecuménica con 114 iglesias ortodoxas, anglicanas y protestantes de toda Europa, con sede en Bruselas;

- la Asamblea Interparlamentaria sobre la Ortodoxia (IAO), asociación de políticos parlamentarios de 25 países de tradición ortodoxa, con sede en Atenas.

- Juntos por Europa (together4europe.org), red ecuménica donde están federadas 300 asociaciones civiles de valores cristianos con perspectiva europea, con sede en Roma. Muchos son movimientos eclesiales católicos, o alianzas de comunidades cristianas.

En mayo, en Tesalónica, Grecia, se celebró un nuevo encuentro ecuménico de varias de estas asociaciones para reforzar el mensaje (ver fotos aquí).

Delegados de Juntos por Europa  (together4europe.org) en su reunión de marzo de 2024, representan 300 movimientos y comunidades cristianas.

Publicamos a continuación el documento entero en español (traducción de ReL, a partir de las versiones inglesa y francesa).

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"¡Europa, sé tú misma!": Elecciones europeas 2024

Un mensaje para las instituciones europeas, los candidatos al Parlamento Europeo y los partidos políticos

Los firmantes de esta Declaración observan con preocupación las consecuencias de la sucesión de crisis económicas, migratorias, sanitarias y energéticas en Europa y en el mundo, así como las devastadoras guerras que nos rodean.

Estos desafíos van acompañados de una crisis de valores más amplia en el espacio europeo, que cuestiona los principios y instituciones democráticas. Los ciudadanos europeos también se han vuelto más conscientes de la dificultad para que los centros europeos de toma de decisiones respondan eficazmente a esta realidad.

Como actores intelectuales, religiosos y políticos, cada uno de nosotros, partidarios de la visión de la Unión Europea, nos sentimos llamados a contribuir a una redefinición del marco de prioridades para un futuro sostenible para Europa.

Es de vital importancia el concepto de democracia participativa y también la garantía de una participación lo más amplia posible de los ciudadanos en el proceso de toma de decisiones y en la gestión de los asuntos europeos.

Durante la Conferencia sobre el Futuro de Europa, hemos notado claramente que gran parte de los ciudadanos, que miran con confianza al futuro europeo a través del prisma de los valores cristianos, ahora se sienten marginados, porque no tienen la oportunidad de expresar sus posiciones y opiniones de forma autónoma y por separado.

También notamos la exclusión de cualquier referencia apropiada a los valores cristianos en importantes textos de la UE. Es manifiesto que se desatiende la importancia de la tradición cristiana como medio de origen de los valores en las normas europeas actuales.

Precisamente en este período preelectoral, nosotros expresamos, como cristianos, nuestra voluntad de establecer un diálogo político sustancial y lo que también sería una oportunidad para significar nuestro firme compromiso con los valores, las instituciones europeas y el acervo de la UE.

Observamos con pesar que valores que alguna vez se consideraron obvios, como la paz, la estabilidad y la prosperidad, y el imperio de la ley en lugar del imperio del poder, ahora son pisoteados. La inseguridad y el miedo dominan gran parte de las opiniones de ciudadanos sobre el futuro de Europa y del mundo.

El miedo impulsa a algunos a buscar soluciones y apoyo espiritual en una versión objetivada e instrumentalizada de la tradición, a veces disfrazada como "valores tradicionales". En esos casos, los conceptos de "patria" y "religión" se utilizan como armas, y figuras históricas dudosas se convierten en héroes.

Todo esto tiene lugar en un espacio público dividido, caracterizados cada vez más por la polarización e influenciados por la desinformación difundida en las redes sociales digitales.

Esto ensombrece el diálogo y socava la recepción moderada de la opinión de los expertos y el desacuerdo respetuoso, así como los principios de las sociedades democráticas.

Con frecuencia notamos que hay monólogos paralelos, así como el desarrollo de grupos comunitarios cerrados en los que se crean y divulgan opiniones y contraargumentos carentes de pensamiento crítico.

En tal entorno, y dado el período preelectoral, creemos que los líderes europeos y las facciones políticas están llamados a reformular sus narrativas basándose en las tendencias a largo plazo que caracterizan el proceso de integración europea.

Los valores cristianos, compartidos por una gran parte de los ciudadanos europeos, pueden garantizar una enfoque seguro a los cambios y retos que enfrentamos. Sería útil, incluso esencial, que las facciones europeas tengan en cuenta los valores cristianos en la política europea, en particular con respecto a cuestiones cruciales y en un panorama político en el que los ciudadanos se sienten preocupados por las normas inestables y en transformación.

Para ello, manifestamos nuestro compromiso de trabajar juntos, de forma dinámica y inclusiva, para promover una agenda europea positiva que se inspire en los valores cristianos. Con ese fin, hacemos un llamado a fortalecer y concretar el diálogo abierto y regular con las iglesias, como está previsto en el Tratado de Lisboa.

Hacemos un llamamiento a los grupos políticos de las instituciones europeas, a los partidos políticos y a los candidatos al Parlamento Europeo para:

A. Reconocer los valores cristianos como fundamento principal del proyecto europeo, aplicando de manera más amplia el apartado 3 del artículo 17 del Tratado de Funcionamiento de la Unión Europea, sobre el diálogo abierto, transparente y regular con las iglesias y asociaciones religiosas;

B. Luchar contra la instrumentalización de los valores cristianos por intereses políticos y desde la perspectiva de discursos etnorraciales;

C. Promover los valores cristianos en los programas y campañas políticas preelectorales.

Comisión de Episcopados de la Unión Europea (COMECE, obispos católicos)
Conferencia de Iglesias Europeas
Asamblea Interparlamentaria de la Ortodoxia
Juntos por Europa (Together for Europe)