El obispo D'Ercole, de la diócesis de Ascoli, afectada por el terrible terremoto que ha golpeado el centro de Italia en la madrugada del miércoles, ha acudido al amanecer a Pescara del Tronto, un pueblo duramente dañado por el seísmo y ha comentado en Radio Vaticano lo que vio de las labores de rescate: "Hay personas que no responden y yo he tenido que ir a bendecir bajo los escombros los cuerpos de dos niños", explicó en los micrófonos.
El obispo Giovanni D'Ercole, responsable de esta diócesis, comenta que al llegar a pescara del Tronto vio "un pueblo destruido, gritos y muertos". "El espectáculo es desolador. Cuando he llegado con las luces del alba he visto un pueblo destruido, gritos, muertos. No sabemos cuántos son. Estamos verdaderamente en una situación desesperada y no somos el único pueblo". Hay zonas a las que es imposible acceder porque el seísmo ha dejado muchos caminos cortados. "En estos momentos han llegado ambulancias, bomberos, pero aún son pocos", afirmó.
El obispo recuerda que en estas zonas de interior, normalmente con pocos habitantes, había muchos veraneantes y visitantes que solo acuden en vacaciones. "De hecho", señala, "la mayoría de las víctimas del terremoto son jóvenes". Es difícil identificarlos y contarlos pero el obispo ha tomado como una prioridad ayudar al recuento de víctimas y "organizar la llegada de cadáveres", que se llevarán a Ascoli, sede de la diócesis. "Será el momento más triste, sin duda".
Los cuerpos serán reunidos "en la capilla que la diócesis atiende en la morgue del hospital Mazzoni de Ascoli", dice el obispo. "Terminamos ahora una reunión de trabajo con el prefecto, el alcalde y las distintas fuerzas que intervienen en el campo. Voy a organizar nuestra parte, junto con Cáritas, para hacer nuestra contribución. Ciertamente, la recepción de los muertos. Después veremos cómo promover la asistencia a las víctimas del terremoto en el campo que está preparándose".
El obispo ha señalado que la zona más afectada por el terremoto es la limítrofe con la región de Rieti, que se encuentra entre Amatrice, Accumoli, Pescara del Tronto y Arquata, aunque apunta que el resto de la diócesis también está sufriendo.
Las autoridades italianas confirmaron al mediodía del miércoles la muerte de 38 víctimas del terremoto, con decenas de heridos y más de cien desaparecidos en diversos pueblos del centro de Italia.
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Aquí, en vídeo, las lágrimas del párroco de Amatrice, uno de los pueblos más afectados por el seísmo