Uno de los rehenes, un sacerdote de 86 años, ha muerto degollado por los asaltantes. Otro de los rehenes está en estado crítico, según ha confirmado la Policía.
En total, cinco personas habían sido retenidas: un cura, dos monjas y dos fieles. Una religiosa, que huyó, fue quien dio la voz de alarma, según indicó Le Figaro.
Al llegar al lugar de los hechos, hacia la una y media de la tarde, el presidente francés François Hollande ha hablado abiertamente de «atentado» y ha explicado que fue cometido «por dos terroristas que decían ser de Daesh».
Según informa la cadena BFM TV y recoge ABC, los atacantes habrían gritado 'Alá es grande' durante el asalto.
Hacia las 14.15, el grupo terrorista Daesh declaró con una nota en la agencia A'Maq que el "ataque" fue efectuado por "soldados de Estado Islámico".
Estado Islámico «nos ha declarado la guerra», ha advertido Hollande, quien ha alertado de que «la amenaza sigue siendo muy elevada». En este sentido, el presidente ha llamado a «estar juntos», en un mensaje dirigido a «todos los franceses».
La Sección Antiterrorista de la Fiscalía de París se ha hecho cargo de la investigación.
En el suceso, que comenzó sobre las 9.30 de la mañana del martes, han intervenido agentes del cuerpo de elite de la Brigada de Investigación e Intervención (BRI) y militares.
Parroquia de Saint Etienne du Rouvray, lugar de los hechos
El vicario general de la diócesis de Ruan, Philippe Maheut, acudió enseguida al lugar. El arzobispo de Ruan, Dominique Lebrun, como tantos otros obispos del mundo se encuentra estos días en Polonia en la Jornada Mundial de la Juventud. Precisamente, en la parroquia del beato mártir Jerzy Popieluszko y en su tumba predicó a los jóvenes francófonos sobre el ejemplo de los que dan la vida por Cristo.
Jacques Hamel, el sacerdote asesinado, tenía 86 años,
y 58 años de servicio como presbítero
El sacerdote asesinado era Jacques Hamel, de 86 años, que ayudaba en la parroquia. Nacido en Darnétal, un pueblo cercano, fue ordenado en 1958: ha servido a la Iglesia 58 años como presbítero.
El arzobispo de Ruan, Dominique Lebrun, ha conocido los hechos poco después de haber orado junto con los jóvenes peregrinos de su diócesis en la tumba del beato mártir Jerzy Popieluszko en Varosovia, "asesinado bajo el régimen comunista", como detalla en un comunicado de prensa. Anuncia su regreso inmediato a la diócesis.
El arzobispo habla en esa nota de "tres víctimas, el sacerdote, el padre Jacques Hamel, de 84 años, y los autores del asesinato. Otras tres personas están heridas, una muy grave".
El arzobispo añade: "Clamo a Dios con todos los hombres de buena voluntad. Me atrevería a invitar también a los no creyentes a que se unan en este clamor. La Iglesia Católica no puede tomar otras armas de la oración y la fraternidad entre los hombres. Dejo aquí [en Polonia] a cientos de jóvenes que son el futuro de la humanidad. Les pido que no cedan a la violencia y que se conviertan en apóstoles de la civilización del amor".
El portavoz de la Santa Sede, el padre Federico Lombardi, ha emitido un comunicado condenado el atentado y asegurando la cercanía un oración del Pontífice. “Es una nueva y terrible noticia, que se añade lamentablemente a una serie de violencias que en estos días nos han afectado, creando inmenso dolor y preocupación”, afirma la nota.
“Seguimos la situación y esperamos ulteriores informaciones para entender mejor lo que ha sucedido” indica Lombardi, precisando que “el Papa ha sido informado y participa en el dolor y en el horror de esta violencia absurda, con la condena más radical de toda forma de odio y su oración por las personas afectadas”.
“Estamos particularmente turbados por el hecho que esta violencia horrible sucedió en una iglesia, un lugar sacro en el cual se anuncia el amor de Dios, con el bárbaro asesinato de un sacerdote e involucrando a los fieles”. Y añade: “Estamos cerca de la Iglesia en Francia, de la arquidiócesis de Ruan, de la comunidad golpeada y del pueblo francés”.
El presidente francés, François Hollande (que es originario de esa región), y el ministro del Interior, Bernard Cazeneuve, se pusieron en marcha hacia el lugar.
El primer ministro francés, Manuel Valls, lo ha calificado de "horror" y "ataque bárbaro" "Francia entera y todos los católicos son golpeados, nos apiñaremos", asegura en Twitter.
El líder de la UMP, la formación del centro derecha, Jean-François Copé, de origen judío, escribe: "¡Otra vez el horror! Nuestros valores, nuestra identidad son atacados. Cambiemos de estrategia y dejemos de retroceder".
Las fuerzas de seguridad pidieron que no se subieran ni fotos ni vídeos del suceso a las redes sociales, como ya habían solicitado en otros atentados como el ocurrido en Niza el pasado 14 de julio. En la zona alrededor de la iglesia las fuerzas del orden pidieron también a los comerciantes que cerrasen sus tiendas.
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