En las últimas semanas, los católicos en Francia y Bélgica -países blanco de atentados terroristas de ISIS- sufrieron dos incendios provocados en iglesias, la agresión a un sacerdote, la profanación de un sagrario y el hackeo de más de 100 sitios web católicos.
El padre Benoît Delabre informó que hace dos semanas un desconocido prendió fuego al altar de la iglesia de Madeleine en L´île, en Martigues, a unos 800 kilómetros al sur de París.
"El altar de La Madeleine es de mármol, lo que impidió que el fuego se propague. No me puedo imaginar lo que habría ocurrido en un altar de madera. Las consecuencias habrían sido trágicas”, expresó el P. Delabre al periódico La Provence.
También indicó que el 15 de mayo otro desconocido profanó el tabernáculo donde estaban las hostias consagradas en la iglesia de Jonquières en la misma región y el domingo pasado el P. Delabre fue agredido por un hombre al que sorprendió en la puerta de la iglesia “como si tratara de robar algo”.
“Nosotros sabemos cuán graves son las agresiones contra los signos y las personas a causa de su fe. La fe católica, sus símbolos y los que la profesan merecen respeto como toda forma de expresión religiosa que no perturba el orden público”, manifestó el sacerdote.
Gaby Charroux, alcalde de Martigues manifestó en un comunicado que “los robos de todo tipo en las iglesias de Francia cada vez suceden con más frecuencia” y prometió que la policía frenará los ataques.
El periódico La Croix informó que en abril más de 100 sitios web de iglesias y congregaciones francesas fueron hackeadas por presuntos ciberyihadistas tunecinos que se hacen llamar Fallaga Team.
En Bélgica, el martes 24 de mayo por la tarde dos incendios dañaron considerablemente la iglesia de Mont-Sainte-Geneviève, que data del siglo XVI. El primero comenzó en la sacristía y cuando los bomberos lograron controlar el fuego se reportó otro en el techo del templo.
La policía de Hainaut, a 60 kilómetros al sudoeste de Bruselas, busca a los culpables.