En Rumanía, un país que no llega a los 20 millones de habitantes, una gran alianza de asociaciones profamilia y de iglesias cristianas ha logrado reunir 3 millones de firmas que han entregado formalmente en el senado el lunes 23 de mayo, pidiendo que la Constitución rumana incorpore esta frase:
“Una familia se establece mediante el matrimonio por libre voluntad entre un hombre y una mujer y se basa en su igualdad y en su derecho a y deber de proveer la crianza, educación y formación de los hijos”.
Es la primera vez en Rumanía, y probablemente en la historia de las iniciativas legislativas nacionales en Europa, que se reúnen tantas firmas mediante un procedimiento legal establecido.
En España, la iniciativa legislativa popular con más participación de la historia fue la del Foro Español de la Familia y otras entidades que presentaron un millón y medio de firmas en febrero de 2007 pidiendo recuperar el matrimonio como la unión de hombre y mujer y fue rechazada por 173 diputados del Parlamento.
La recogida de firmas en Rumanía ha sido contundente, obra de un ejército de 80.000 voluntarios de todo el país coordinados por la Coalición por la Familia (coalitiapentrufamilie.ro) , con un comité organizador de 16 miembros con representantes del mundo del arte, la empresa, el periodismo, la salud y las distintas iglesias.
En Rumanía, según el censo, después de las atrocidades del régimen comunista nadie se atreve a definirse como ateo. El 85% se declaran ortodoxos, hay un 7% de católicos (entre los latinos y los de rito oriental) y un 5% de protestantes (sobre todo baptistas y pentecostales). Todos ellos colaboraron en la recogida de firmas.
Se requería medio millón de firmas: la alianza profamilia recogió 6 veces más. Las firmas han sido validadas en los ayuntamientos.
El Tribunal Constitucional rumano ha de tramitar la petición en 60 días, el Parlamento debe discutirla en sus dos cámaras y se aprobaría con el voto de dos tercios del total de parlamentarios. Diversos analistas creen que el Parlamento aprobaría la modificación sin dificultades. Rumanía no tiene matrimonio gay ni uniones legales del mismo sexo y ha tumbado las distintas propuestas parlamentarias que los proponían.
Como se trata de cambiar la Constitución, se debería consultar a la población también en las urnas, en las próximas elecciones parlamentarias en otoño, y al menos el 30% de los votos debería apoyarlo. Hay sondeos que calculan que un 88% de los rumanos se declaran en contra del matrimonio homosexual.
La frase “matrimonio entre un hombre y una mujer” sustituiría la actual: “matrimonio entre esposos”. Además, la nueva formulación deja claro que son los esposos los que educan y crían a los hijos: el país está espantado por el caso Bodnariu, la familia rumano-noruega que ha visto a sus hijos secuestrados por la Barnevernet noruega, unos opacos servicios sociales que ha quitado hijos a familias de muchos países y no rinde cuentas ante ninguna autoridad. Según diversas fuentes, la Barnevernet se llevó a los niños Bodnariu porque consideraban que los padres (perfectamente normales) eran "muy cristianos".
Vídeo en YouTube con la impresionante clasificación y entrega en camión de los 3 millones de firmas de rumanos