La Policía de Hamburgo (Alemania) recibió poco después de las 9 de la noche del jueves, hora local, noticia de que se había producido un tiroteo en el centro de los Testigos de Jehová del distrito de Alsterdorf, en el barrio de Gross Borstel, al sur del aeropuerto de la ciudad. Cuando llegaron los agentes "con un gran contingente de fuerzas", encontraron numerosos muertos y heridos.
La Policía informaría más tarde que uno de los fallecidos habría sido el autor de los disparos. "En el actual estado de la situación asumimos que fue uno el autor. Las medidas policiales en la zona se levantarán progresivamente. Las investigaciones continúan", ha informado la policía este viernes en Twitter.
La matanza ha causado 7 muertos y un número de heridos aún por determinar, al menos 8. Quedaron ilesos 17 asistentes en el lugar.
En torno a la medianoche, la Policía pedía a la población por redes sociales que se abstuviera de difundir "discusiones sobre los autores o el suceso" y precisó que no existían "informaciones seguras" sobre el motivo del tiroteo. Pero la prensa, en la mañana del viernes habla de que el autor de los disparos habría experimentado un "ataque de furia", el fenómeno conocido como "síndrome amok", que es lo que se atribuye a los autores de asesinatos en masa que, simplemente, parecen haber enloquecido con ira.
Un ataque en día de servicio religioso
En el centro de los Testigos de Jehová que ha sido escenario del crimen, se celebran servicios religiosos dos veces por semana. Este jueves tocaba servicio. Fue el momento en que el atacante entró y comenzó a disparar en cuatro momentos distintos, según han relatado algunos testigos citados por TVE.
Gregor Miesbach, un vecino que ve el edificio desde su casa, oyó los disparos y filmó una figura que ingresaba al edificio a través de una ventana. Más tarde, aparentemente, la figura emerge del pasillo, se la ve en el patio y luego dispara más tiros al interior. Miesbach ha dicho a la agencia de noticias de televisión alemana NonstopNews que escuchó al menos 25 disparos. Después de que llegó la policía, siguió un último disparo unos cinco minutos después, ha declarado.
Durante toda la madrugada se ha podido ver a los investigadores forenses con trajes blancos protectores haciendo su trabajo en el interior del edificio.
"Mi más sentido pésame a las familias de las víctimas. Los servicios de emergencia están trabajando a toda máquina para localizar a los perpetradores y esclarecer los hechos", ha tuiteado el alcalde de la ciudad, Peter Tschentscher.
Reacción del arzobispado católico
También la archidiócesis católica de Hamburgo se ha expresado a través de las redes sociales: "Varias personas han sido víctimas de un crimen brutal. Esta noche estamos destrozados, conmocionados. Estamos con aquellos cuyas vidas han cambiado en un abrir y cerrar de ojos", ha publicado en Twitter.
Más adelante el vicario general de la diócesis, el padre Geissler publicó: “La noticia de este hecho sangriento en HH-Alsterdorf es impactante y me deja sin palabras. Mis condolencias y oraciones están con los fallecidos y sus familiares, los heridos y los servicios de emergencia".
Las redes del obispado además difundieron una oración:
"Oh, Dios, cuando no tenemos palabras para la crueldad, cuando nos quedamos boquiabiertos, cuando nuestra visión se nubla por el dolor: estamos seguros de que gracias a ti nadie está solo. Seguirás ahí y no nos abandonarás. Te encomendamos a aquellos cuyas vidas terminaron hoy. Amén".
Los Testigos de Jehová, fundados a finales del siglo XIX en EEUU por Charles Taze Russell, se consideran a sí mismos cristianos, pero católicos, protestantes y ortodoxos niegan que lo sean, porque no creen que Jesucristo sea Dios y no creen en la Trinidad. Sus traducciones de la Biblia están orientadas a desdibujar o bien ocultar esas enseñanzas cristianas.