Albania es un país de tres millones de habitantes, de los que un 70 por ciento son musulmanes, un 20 por ciento cristianos ortodoxos y el restante 10 por ciento, católicos.
La iglesia de San Antonio fue una de las primeras que destruyó el dictador comunista Enver Hoxha. En 1968 convirtió Albania en el primero y, hasta ahora, único país oficialmente ateo del planeta.
El gobierno se propuso eliminar toda manifestación exterior de la fe. San Antonio de Padua es el patrono de Albania y de todos los albaneses, no importa cuál sea su religión, incluso aunque no tengan ninguna. La fe en los milagros de san Antonio se extiende por Albania, Kosovo y Macedonia.
La presencia de los frailes franciscanos en Albania se remonta al 1240. Se cree que el propio San Antonio pasó por aquí siguiendo una vía romana que unía la capital del imperio de Occidente con el de Oriente.
Santuario de San Antonio en Albania, al que acuden también musulmanes y ortodoxos
La llegada de los frailes al lugar donde hoy se encuentra el santuario, fue 60 años después, en el 1300. La devoción por san Antonio no es exclusiva de la minoría católica. Cada año alrededor de un millón de peregrinos ortodoxos y musulmanes se acercan al santuario para cumplir con sus ritos y ofrendas antes de solicitar ayuda al santo franciscano.
La Fundación Pontificia AIN, Ayuda a la Iglesia Necesitada, apoya la labor pastoral de los católicos en Albania desde el año 1991, desde la caída de la dictadura comunista.
En los últimos diez años la oficina española de AIN ha financiado más de 125 proyectos en todo el país para la construcción de iglesias y centros pastorales. Gracias a esta fundación de la Santa Sede se pudo reconstruir el seminario diocesano.
Durante los diez últimos años Ayuda a la Iglesia Necesitada ha invertido en la reconstrucción de la Iglesia Católica albanesa más de un millón y medio de euros.
En 2015 han continuado apoyando de un modo muy concreto a las comunidades cristianas. El caso de las carmelitas descalzas que viven en la clausura de Nanshët es un claro ejemplo. Las carmelitas descalzas llegaron a Nanshët en 2003. La comunidad está formada por ocho religiosas. Cuatro croatas y cuatro albanesas.
Una de sus principales preocupaciones era la nefasta construcción del coro. El arquitecto lo ubicó en el presbiterio. Ante su petición, Ayuda a la Iglesia Necesitada buscó apoyo para financiar el arreglo de este despropósito. La respuesta de los donantes fue casi instantánea. Poco después de nuestra visita la madre Miriam nos escribía para contarnos que con el dinero enviado por AIN iban a comenzar la remodelación.
Siguiendo las huellas de algunos de los proyectos financiados por Ayuda a la Iglesia Necesitada en Albania nos desplazamos hasta Fier, una de las ciudades más importantes del sur. El padre Jaroslav es eslovaco. Pertenece a los Franciscanos de la Inmaculada, un instituto religioso conocido, sobre todo, por ser el de san Maximiliano Kolbe. El sur de Albania es prácticamente musulmán. En esta mitad del país apenas hay 5.000 católicos desperdigados en pequeñas comunidades.
Un ejemplo de búnker reconvertido en capilla; el régimen comunista llenó el país de ellos
El año 2000 el gobierno les cedió el uso del búnker para acondicionarlo como capilla. Aquí se han venido reuniendo las familias católicas de la comunidad para sus oraciones, sus catequesis y sus eucaristías. La localidad de Jaru es muy particular. Su población está diseminada en el campo. Cada familia vive en sus propios terrenos. El último censo fiable contabilizaba 380 habitantes. Todos ellos procedentes del norte de Albania, de la misma región. Y todos ellos católicos.
Podríamos decir que Jaru es una especie de colonia en la que mantienen la religión de sus padres, sus costumbres e, incluso, el dialecto propio del lugar de procedencia.
Los franciscanos de la Inmaculada de Fier han recibido mucho apoyo por parte de AIN. El año 2007 les financiaron la compra de un vehículo; un año después aportaron 25.000 euros para renovar el tejado de la vieja iglesia de Fier y en 2011 volvieron a recibir otros 50.000 euros para comprar los terrenos del viejo templo.
La ayuda para construir esta hermosa iglesia de Jaru llegó en 2012. Fueron los 80.000 euros que sirvieron para impulsar el proyecto que, finalmente, costó 300.000 euros. El 8 de noviembre de 2014 los católicos dedicaban su nuevo templo a la memoria del beato Juan Duns Escoto.
Seis Hijas de la Caridad conviven con 7 niños para los que no se encuentra otra acogida ni adopción en el país
A ocho kilómetros de Tirana, capital de Albania, está su barrio más pobre: Bathore. Un suburbio formado a principios de la década de los noventa. No hay estadísticas fiables pero se calcula que aquí viven alrededor de 80.000 personas venidas de las zonas rurales de la montaña.
La hermana Gabriela es una de las cuatro dominicas de la beata Imelda que llegó a Bathore (Bazore) hace ya trece años. Siempre ha estado volcada con la pastoral infantil y juvenil. La realidad del suburbio ha llevado a esta monja italiana a descubrir la riqueza de compartir con los más pobres. Ayuda a la Iglesia Necesitada lleva colaborando con las dominicas de la beata Imelda desde el año 2008. Entre otras cosas financió con 20.000 euros este edificio que funciona como centro de acción social y pastoral. En él se imparten los talleres de costura, corte y confección.
La parroquia dedicada a San Juan Pablo II también ha contado con una importante donación de Ayuda a la Iglesia Necesitada. En total fueron 60.000 euros que se sumaron a las aportaciones de las conferencias episcopales de Italia y España para levantar este edificio.
“La Biblia del niño” es un libro directamente ligado a la historia de AIN. La Fundación de la Santa Sede ha distribuido millones de ejemplares por todo el mundo traducidos a cientos de lenguas. Es un instrumento muy valorado por los misioneros para la primera evangelización. Las dominicas de la beata Imelda lo siguen utilizando con los niños y jóvenes de la parroquia para explicarles el catecismo.
(Puede verse en este telerreportaje de Pueblo de Dios el testimonio de una laica consagrada madrileña que trabaja como misionera y educadora en Albania)