El Senado debatirá finalmente esta semana, tras haber sido pospuesto, esta ley que abrirá la puerta al llamado matrimonio homosexual y a la adopción mediante distintas argucias legales. Y a pesar de la oposición que muestra la ciudadanía en las encuestas, el Ejecutivo pretende imponer el rodillo parlamentario.
Este sábado Matteo Renzi se ha encontrado con la respuesta de la sociedad civil. Una concentración sin parangón en el país. Los grupos profamilia se han unido a los pujantes movimientos de la Iglesia y con el apoyo de la Conferencia Episcopal Italiana han conseguido sacar a dos millones de personas a la calle sólo en Roma.
Un escenario que, para la ocasión, mostró una pancarta con este mensaje: “Prohibido desguazar a la familia”. Gandolfini se mostró a favor del respeto a los valores tradicionales y pidió que no se reconozca el derecho de adopción del hijo de la pareja.
También hubo participación del mundo de la política. Al acto acudieron políticos como el ministro italiano de Medioambiente, Gianluca Galletti, que días antes había defendido su derecho a manifestarse por convicción y no como miembro del Ejecutivo de Renzi, que sí apuesta por la aprobación de esta ley.
Estuvieron también presentes el gobernador de la región de Lombardía, Roberto Maroni; el senador del grupo de Silvio Berlusconi Forza Italia, Maurizio Gasparri; el diputado de Forza Italia, Renato Brunetta; y el exministro de Reformas Constitucionales durante el Gobierno de Enrico Letta, Gaetano Quagliariello, entre otros.
El exministro de Infraestructuras de Italia hasta el pasado año, Maurizio Lupi, ha asegurado a través de Twitter ha asegurado que “para un hijo, tener un padre y una madre es un derecho“. “Esta es una gran fiesta por la familia tradicional, esto es un derecho bello y legítimo”, dijo por su parte el presidente de la región de Apulia, Michele Emiliano, en declaraciones recogidas por los medios locales.
La concentración ha sido una auténtica fiesta. Miles de familias han acudido con los niños no sólo para protestar contra la ley que se quiere imponer sino para mostrar la belleza de la familia y de los hijos, para que todos sepan que un niño necesita un padre y una madre. Globos, pancartas de todo tipo y cientos de lemas. Así se ha desarrollado una jornada festiva en la que no se ha producido ningún tipo de incidente.