"Que todos sean uno" y "Pedro, apacienta a mis corderos" fueron dos de los mandatos de Jesucristo que no importaron mucho al ex-monje agustino Martín Lutero cuando puso en marcha el protestantismo en el siglo XVI y formuló sus doctrinas novedosas de "Sola Fide" y "Sola Escriptura".
Como consecuencia de sus enseñanzas, la Cristiandad europea quedó dividida, estallaron guerras de religión (y revueltas campesinas) que ensangrentaron Europa durante siglos y los países cristianos fueron incapaces de ofrecer un frente unido al Islam que se extendió por Europa Oriental.
El poder político en los países protestantes (Suecia, Dinamarca, Inglaterra, Alemania...) confiscó las propiedades eclesiales y creó sus propias iglesias nacionales, débiles y muy dóciles al rey y al Estado, fomentando el absolutismo. Durante siglos se persiguió a los católicos en esos países (y a los protestantes en los países católicos). Aún hoy, en los países de misión en África y Asia, los paganos no entienden por qué si Cristo fundó una iglesia los cristianos están tan divididos en grupos y doctrinas contradictorias: la división dificulta la evangelización.
Al autor de esta ruptura, el alemán Martín Lutero, la ciudad de Roma le va a dedicar una plaza en pleno centro urbano.
La propuesta surgió hace 6 años de unas iglesias adventistas italianas. Se da la circunstancia de que muchos protestantes no aceptan a los adventistas entre los suyos, ya que niegan doctrinas cristianas importantes como la celebración del domingo o la existencia del infierno... cosas ambas que Lutero sí admitía.
Pero es una consecuencia de la doctrina luterana de "Sola Scriptura" que genera división: con una misma Biblia, faltando la unidad, cada grupo protestante interpreta lo que buenamente puede. Incluso un tema tan claro sobre si el matrimonio es la unión entre un hombre y una mujer divide a los luteranos actuales: hay congregaciones luteranas más tradicionales, y otras con obispesas lesbianas y matrimonio gay (es el caso de la Iglesia Nacional de Suecia, que presume de ser la mayor iglesia luterana del mundo).
Ajeno al debate teológico, el Ayuntamiento de Roma se lo pensó unos años. La excusa era el Quinto Aniversario de la "Reforma" (la ruptura del cristianismo occidental). Finalmente, dado que la Iglesia Católica de la ciudad no se ha mostrado beligerante con el tema, el Ayuntamiento tomó la decisión.
“El próximo día 16 de septiembre, a las 5 de la tarde, se dará la ceremonia de nombramiento de la plaza en Roma al reformador alemán Martin Lutero, cerca del Coliseo”, explicaba desde Roma a Evangelical Focus Stefano Bogliolo, responsable de comunicación de la Alianza Evangélica Italiana.
La “Piazza Martin Lutero” estará muy cerca del Coliseo, en el parque Parco Del Colle Oppio y junto al Viale Fortunato Mizzi. Se ha acordado que la placa descriptiva tendrá una descripción muy neutra: “Plaza Martín Lutero. Teólogo alemán”.
La prensa italiana no prestó atención a la noticia durante varios días, hasta que el diario ‘Il Messaggero’ la difundió. El alemán ´Süddeutsche Zeitung´ publicó un primer reportaje sobre la intención del consistorio. En su información citaba a la Iglesia Evangélica Luterana de Roma, que aseguraba que la Iglesia Católica no se oponía. “Sabemos que los políticos italianos son ultrasensibles a los estados de ánimo de la jerarquía vaticana, y sin su consentimiento habría sido difícil conseguir alcanzar la meta de esta plaza”, comenta el portavoz evangélico Bogliolo.
La inauguración sera atendida por representantes de diferentes congregaciones protestantes, además de una delegación de la Alianza Evangélica Italiana. No se ha confirmado, de momento, la asistencia al acto de representantes católicos ni ortodoxos.