El primer recorrido se llama “Vida”: “Lo ideal es comenzar por éste, y después el de ‘Moradas’ y concluir con el ‘Camino’, pero por la cantidad de jóvenes que hay se hace imposible”, nos explica don Raúl. Los chicos y chicas asistentes en este primer itinerario, a lo largo de la mañana, se acercarán a la vida de santa Teresa, pero “no únicamente de forma histórica, sino sobre todo en lo que fue su experiencia y su amistad con Jesús”.
Hay dos enfoques, uno para los jóvenes, es decir a partir de 18 años, y otro para adolescentes, a partir de los 14. Los primeros asisten a alguna de las catequesis impartidas por obispos de toda España en alguna de las parroquias de la ciudad, y después participan en actividades por grupos.
Los adolescentes, cuando hacen este recorrido, participan en una gincana, llamada Diverkalia, visitando algunos lugares de la ciudad vinculados con la vida de la santa abulense (La Santa, la Catedral, la Basílica de San Vicente, el puente sobre el río Adaja…), y en donde después de cada prueba tienen una reflexión.
Son muchos los obispos que están acompañando a los jóvenes peregrinos: Vicente Jiménez de Zaragoza, Ramón Casanova de Vic, Raúl Berzosa de Ciudad Rodrigo, César Franco de Segovia, José Angel Sáez de Terrasa y un largo etcétera. “Todos los recorridos concluyen con la Eucaristía”, nos aclara y enfatiza el Coordinador de Voluntarios del Encuentro.
“Si el primer recorrido consistía en conocer con cierto detalle la vida de la santa y su amistad con Jesús, en el recorrido de ‘las moradas’ los jóvenes peregrinos van a profundizar en la espiritualidad de santa Teresa”, señala el sacerdote abulense. Los mayores participarán en un retiro dirigido por alguno de los obispos españoles en el que, además de una meditación, hay un tiempo de oración y actividades en grupo para conocer y compartir el mensaje de santa Teresa aplicado a los jóvenes de su generación.
Los adolescentes, por su parte, además de participar en una catequesis, trabajan también en grupos animados por sus monitores.
Pero en todo este conocimiento y acercamiento a santa Teresa no podía faltar algo fundamental: la visita a los principales lugares teresianos de la ciudad. “No se trata sólo de conocer unas determinadas iglesias, sino de encontrarse con el espíritu de la Santa, presente en sus hijos e hijas del Carmelo”, explica la guía del peregrino que se ha preparado para la ocasión.
En grupos de 300 jóvenes, dedican aproximadamente media hora a cada lugar, siendo la primera visita el Convento de “La Santa” -como se le conoce popularmente en Avila-. Se trata de la casa en donde nació Teresa de Jesús. Históricamente le sigue el Monasterio de la Encarnación, en donde ingresó al Carmelo y en donde vivió la mayor parte de su vida; y, finalmente, el Convento de San José, su primera fundación.
En el Convento de la Santa, un carmelita les ofrece su testimonio vocacional y pueden ver un video sobre santa Teresa. En el monasterio de la Encarnación se les explica en qué consistió la reforma que comenzó en este lugar. Y en el convento de San José, en la plaza exterior, porque en el interior de la iglesia no hay espacio, se escenifica una obra de teatro sobre cómo se dio esta primera fundación, a la que seguirían otras 16 más.
Toda una experiencia a vivir, y como dice el lema del Encuentro, citando a santa Teresa, ayudará a los jóvenes del siglo XXI a que “en tiempos recios” sean “amigos fuertes de Dios”.