En la rica Iglesia Católica alemana, financiada por su peculiar impuesto religioso, casi único en el mundo (sólo el de Austria y Suiza se parece), casi todo se mueve con dinero, con ejércitos de funcionarios eclesiales liberados y asalariados. Por eso, cuando 4 obispos han bloqueado el acceso de fondos para crear un llamado "Comité sinodal" permanente, que fomente el peculiar "Camino sinodal" alemán, han herido, quizá de muerte, a este proceso.
Una de las recomendaciones fruto de las reuniones del llamado "Camino sinodal" alemán era crear un Comité sinodal permanente, con personal asalariado, que impulsaría de forma continuada el "espíritu" del Camino sinodal por todo el país. Los fondos debían venir de la Asociación de Diócesis de Alemania. Pero para eso se necesitaba una decisión unánime, y cuatro obispos, casi todos de la región de Baviera, la más católica del país, han bloqueado esa posibilidad. Se trata de:
- Gregor Maria Hanke (Eichstätt),
- Stefan Oster (Passau),
- Rudolf Voderholzer (Ratisbona)
- y el cardenal Rainer Maria Woelki (Colonia).
Los argumentos de estos obispos son que:
- por un lado, los documentos y decisiones del "camino sinodal alemán" no han recibido ninguna aprobación desde Roma,
- por otro, la Iglesia universal está haciendo su propio sínodo de la sinodalidad, con una asamblea en octubre en el Vaticano, y la Iglesia católica alemana debería esperar a ver lo que surge en ese proceso.
"Decisiones que causan inquietud en muchos creyentes"
En un comunicado conjunto recogido en Katholisch.de, estos cuatro obispos piden “recorrer el camino hacia una Iglesia más sinodal en sus diócesis juntos y en coordinación con el proceso sinodal de la Iglesia universal", y niegan la financiación a la nueva estructura temiendo que “a estas alturas, con mucho dinero y esfuerzo, pongamos en marcha otro organismo cuyas competencias no están nada claras, sólo para descubrir al final que no podemos hacerlo así”.
Además, advierten, "en el Camino Sinodal se han tomado decisiones que causan inquietud entre muchos creyentes de todo el mundo: se trata de cuestiones doctrinales profundas, especialmente de la doctrina de la Iglesia, de la persona, de los sacramentos", añadieron.
Los cuatro obispos no lo detallan en su nota, pero en una sesión del "camino sinodal" en marzo se aprobaron medidas que pedían incorporar la ideología de género en la enseñanza católica, la ordenación de mujeres como diaconisas, la bendición de uniones homosexuales, la normalización de la predicación de los laicos en Misa y una solicitud para que el Vaticano “reexamine” la disciplina del celibato sacerdotal.
Además, tanto en julio de 2022 como en enero de 2023, voces vaticanas advirtieron que ni los obispos alemanes ni ninguna conferencia episcopal tenían competencia para establecer un "consejo sinodal a nivel nacional, diocesano o parroquial".
¿Quién paga la fiesta? Por el momento costó más de 5 millones
Los defensores del "camino sinodal alemán" (que son el resto de obispos, liderados por su presidente, Georg Bätzing, y el Comité Central de Católicos Alemanes) han declarado en la agencia KNA: "Que cuatro obispos no quieren cofinanciar la marcha posterior no puede disuadirnos de reformar".
Pero ¿cómo hacerlo sin asalariados dedicados a esa militancia continuada? El Comité Central de Católicos Alemanes, que se financia sobre todo a partir del impuesto religioso, no puede aportar mucho dinero. Y con las crisis que atraviesa Europa, no hay muchos donantes dispuestos a dedicar dinero al experimento alemán.
El "camino sinodal alemán" ha implicado, por el momento, multitud de reuniones, encuentros y esfuerzos, y eso en una Europa golpeada primero por una pandemia y luego por la guerra de Ucrania y su ola de refugiados. En una entrevista en mayo en el National Catholic Register, el portavoz de la Conferencia Episcopal Alemana, Matthias Kopp, calculaba que se habían gastado ya 5.5 millones de euros en el "camino sinodal alemán".