El Vaticano podría dar a conocer próximamente la circular reservada del Papa Pío XII donde ordenaba a los institutos religiosos esconder a los judíos de la persecución nazi.
De este modo, podría tocar fin la leyenda negra que recae sobre el Papa Pacelli, a quien se le acusa de haber simpatizado con el Tercer Reich.
Según explicó a ACI Prensa/EWTN Noticias el Delegado Internacional del Pontificio Comité de Ciencias Históricas, Matteo Luigi Napolitano, la circular original se custodiaría actualmente en una caja en el Vaticano, mientras que su título aparece en el registro de la Secretaría de Estado Vaticano, que el mismo Cardenal Tarcisio Bertone, ex Secretario de Estado Vaticano, le mostró durante una de sus investigaciones como historiador.
“No soy teólogo, pero yo creo que el balance histórico sobre Pío XII es muy positivo”, afirmó el historiador al ser preguntado sobre la Causa de Canonización del Papa Pacelli.
La publicación del documento podría llegar durante el 2015, año en el que se cumple el 70 aniversario de la liberación del campo de concentración de Auschwitz, el mayor centro de exterminio de la historia del nazismo.
Napolitano señala que la circular de Pacelli habría sido enviada entre el 9 y el 16 de septiembre de 1943, ordenando acoger a los judíos y eliminar el documento, dado el delicado momento político que atravesaba Europa. La carta de Pacelli habría ayudado a salvar a 800.000 judíos.
Napolitano, autor de libros como “Pío XII, entre guerra y paz”, o “El Papa que salvó a los judíos”, dijo que el mismo Papa Pacelli abrió las puertas del Palacio Pontificio de Castel Gandolfo, así como las del Vaticano, donde acogería a los fugitivos y escondería a judíos y soldados desertores.
“De modo que si el mismo Papa abría las puertas a los perseguidos, está claro que su Iglesia hacía lo mismo. Y es lógico que lo hiciera de manera que no fuera descubierta”, afirmó.
El canónico de la Catedral de la Basílica de San Pedro, Guido Anichini, informaría el 13 de febrero de 1944 por carta a Pío XII que en el Vaticano se escondían “judíos, soldados italianos fugitivos por deserción, familias de refugiados, y judíos bautizados y no bautizados”.
Así mismo, otra clave que demuestra la disconformidad de Pacelli con el régimen nazi se ve claramente en la carta encíclica “Mit Brennender Sorge” (con ardiente preocupación), de 1937, donde el Papa Pío XI advertía los peligros del nazismo. En la elaboración del documento participó Eugenio Pacelli, quien por entonces era Secretario de Estado Vaticano. La encíclica causó molestias en las autoridades alemanas.
Pero si Pío XII intercedió activamente por los judíos, ¿cómo puede ser que muchos de ellos le asociaran con el Tercer Reich? Napolitano, profesor de historia de relaciones internacionales en la Universidad Marconi de Roma, explica que el Cardenal Pacelli firma como Secretario de Estado Vaticano el “Reichskonkordat” (concordato entre Alemania y la Santa Sede), el 20 de julio de 1933, en el que se establecen condiciones de libertad religiosa para la Iglesia Católica. Sin embargo, dicho documento no es una prueba de apoyo al holocausto que años después desataría el régimen nazi.
Ese concordato todavía sigue en vigor, la mayoría de su contenido fue propuesto por la Santa Sede, y en ningún momento el documento reconoció al Tercer Reich. De modo que “esto no es una prueba de que Pacelli aprobara el nazismo, porque el concordato del 33 ha sido renovado por todos sus sucesivos cancilleres”, señaló Napolitano.
De acuerdo a esto, el concordato lleva siendo renovado por los Papas y los líderes alemanes desde hace más de 80 años, incluida la actual canciller Angela Merkel.
Si el Papa no estaba de acuerdo con el régimen nazi ¿por qué no romper las relaciones? Al Papa Pacelli le interesaba mantener buenas relaciones con el estado alemán porque “la Iglesia necesitaba estar dentro, quería mantener el contacto con Alemania para poder defender a los católicos en el país”.
De igual modo, a Hitler le interesaba mantener buenas relaciones con la Iglesia, ya que el 33 por ciento de sus electores pertenecían a la religión católica y además, entre sus objetivos, estaba el crear “una especie católica a parte”.
“Hitler divulgaba que Jesús no había nacido en Palestina, sino en un Norte abstracto. El objetivo era que Jesús no fuera identificado con un judío. Así lo denunció al Papa el Nuncio Apostólico de aquél entonces, el Arzobispo Cesare Orsenigo”, concluyó Napolitano.
El mismo Papa Francisco lamentó en una entrevista concedida al diario La Vanguardia que a Pío XII le hayan “tirado encima de todo. Pero hay que recordar que antes se lo veía como el gran defensor de los judíos. Escondió a muchos en los conventos de Roma y de otras ciudades italianas, y también en la residencia estival de Castel Gandolfo”.
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