Varios cientos de ciudadanos franceses se han unido a las filas de Estado Islámico atraídos por el poderío demostrado en los últimos meses por este grupo yihadista que controla alrededor de un tercio de Siria y buena parte del norte de Irak.
Sin embargo, muchos de ellos parecen estar ahora desencantados con la vida de yihadista y están tratando de buscar el modo de poder regresar a Francia y no ser procesados por la justicia.
Según ha informado esta semana el diario galo ´Le Figaro´, numerosos de estos milicianos franceses han contactado con abogados en su país natal para ver qué posibilidades tienen de regresar.
Por carta, estos jóvenes restan importancia a su papel jugado en las operaciones de Estado Islámico y se quejan de la dureza de la vida en las filas yihadistas hasta el punto de que, por ejemplo, aseguran estar "hasta las narices" y se lamentan de que "mi iPod no funciona aquí. ¡Tengo que volver!".
"Si vuelvo a Francia, ¿que me va a suceder? ¿Puedo evitar ir a prisión? ¿Que debería hacer a cambio?", son algunas de las preguntas que formulan estos jóvenes milicianos franceses en sus cartas, a las que ha tenido acceso el diario galo.
"No he hecho prácticamente nada aparte de distribuir ropa y alimentos. También he ayudado a limpiar algunas armas y a transportar los cuerpos de los combatientes muertos en los enfrentamientos. Llega el invierno. Esto comienza a ser muy duro", afirma en su defensa para justificar su retorno un francés que se encuentra en Alepo, en el norte de Siria.
"Estoy harto. Me hacen fregar los platos", se queja otro.
"Me quieren enviar al frente pese a que yo no sé combatir", expresa visiblemente asustado otro de los supuestos yihadistas franceses.
Según ha podido saber ´Le Figaro´, algunos abogados ya han comenzado a hacer gestiones en nombre de estos yihadistas desencantados.
"Estamos contactando con las autoridades policiales y judiciales, pero es un tema hipersensible", ha reconocido uno de ellos al diario, pidiendo no ser identificado.
"Todo el mundo es consciente de que, cuanto más tiempo estos tipos estén allí, peor será y que a fuerza de ver o cometer atrocidades, se transformarán en bombas de efecto retardado", ha añadido, dejando claro que por ahora no hay una postura oficial al respecto y que, obviamente, "ningún ministro está dispuesto a asumir el riesgo".
"Imagínese que uno de estos ex yihadistas a continuación está implicado en un atentado", ha subrayado.
Por ello, los abogados han optado por la vía de los pequeños pasos. "La idea es demostrar que muchos de nuestros clientes tienen buena fe y comenzar a preparar un dossier aquí que, llegado el momento, se lo demostrará a los jueces", ha indicado otro abogado penalista.
En todo caso, la línea del Gobierno de François Hollande respecto a esta cuestión es de firmeza frente a los jóvenes franceses que van al extranjero a participar en la yihad y que luego regresan al país.
Del centenar de yihadistas identificados de regreso a Francia, 76 están actualmente en prisión y el resto están bajo control judicial, precisa el diario.