Uno de cada diez sacerdotes católicos ingleses son ya antiguos anglicanos, según el cálculo de la profesora Linda Woodhead, socióloga de la religión en la Universidad de Lancaster. Su estudio, realizado con la colaboración del director de vocaciones de los obispos católicos del país, el benedictino Christopher Jamison, cifra ese número en 389, de los cuales 87 forman parte del Ordinariato de Nuestra Señora de Walsingham.
El ordinariato fue erigido por Benedicto XVI el 15 de enero de 2011 para acoger a los numerosos sacerdotes y laicos (éstos estimados por miles) que abandonan la Iglesia de Inglaterra, principalmente a causa de su declive doctrinal y moral. De hecho, según explicó la profesora Woodhead a The Tablet, es a partir de 1994, al producirse la primera ordenación sacerdotal femenina anglicana, cuando comienza un imparable goteo de casos.
La cifra de 389 antiguos anglicanos es significativa, subraya la citada socióloga, dada la escasez de vocaciones que afecta a unos y otros. Actualmente hay aproximadamente en el país 18.000 miembros del clero anglicano (laicos en realidad, según estableció definitivamente León XIII en 1896) y 4.000 sacerdotes católicos.
De esos 389, en torno a 250 (el 64%) hicieron la transición entre 1994 y 2000, es decir, en los años inmediatamente posteriores a las ordenaciones de sacerdotisas. Con la reciente aprobación por la Iglesia de Inglaterra de la ordenación de "obispas" y el problema que eso supondrá para el ecumenismo, es posible que tenga lugar una nueva oleada de conversiones.
En ese sentido, el ordinariato prepara para septiembre una campaña por todo el país para darlo a conocer como estructura que admite en la comunión con Pedro a antiguos anglicanos conservando al mismo tiempo elementos tradicionales de su identidad histórica.