El pasado 7 de junio fue ordenado en la catedral de Helsinki el ya sacerdote Anders Hamberg, que se convierte asà en el último de una selecta minorÃa: los seis únicos sacerdotes nacidos en Finlandia que han recibido las órdenes desde la Reforma. Además el joven tiene el sueco como lengua materna, lo cual le convierte en pieza especialmente valiosa para la atención pastoral a las comunidades de ambas lenguas que coexisten en su diócesis.
La ceremonia tuvo lugar en la catedral de San Enrique, y la ofició el obispo de Helsinki, Teemu Sippo, también finés. El catolicismo de este paÃs escandinavo crece con fuerza, aunque desde posiciones de extrema minorÃa. Hay sólo unos diez mil católicos, pero son cinco veces más que hace cuarenta años. En mayo se consagró el primer templo católico en la ciudad de Kuopio, un edificio vendido a la Iglesia por la comunidad luterana en noviembre de 2013.
Al dÃa siguiente de su ordenación, el padre Hamberg ofició su primera misa, también en la catedral de Helsinki, y según informa The Catholic World Report celebró el rito tradicional (según el misal de 1962 de San Juan XXIII), algo que se hace allà al menos una vez al mes. Don Anders se formó como sacerdote en Roma, y solÃa asistir a misa a la iglesia de la SantÃsima Trinidad de los Peregrinos, edificada por San Felipe Neri y atendida en Roma por la Fraternidad de San Pedro según las directrices del motu proprio Summorum Pontificum de Benedicto XVI.
La primera tarea pastoral del nuevo sacerdote fue organizar una semana después la peregrinacion anual a Köyliö, una pequeña isla en un lago en el suroeste del paÃs, donde se rinde tributo a San Enrique, patrón de Finlandia, martirizado allÃ. Era obispo de Upsala (hoy Suecia) cuando en 1157 fue asesinado por un hombre a quien habÃa impuesto una disciplina eclesiástica, precisamente por asesinato, que el criminal consideró humillante.