La Iglesia anglicana de Ingaterra está celebrando estos días que cumple 20 años de "ordenaciones" sacerdotales de mujeres (sin ningún valor sacramental desde el punto de vista de la Iglesia Católica y las iglesias ortodoxas).

Tener mujeres "sacerdote" desde 1994 no ha logrado atraer a los ingleses (ni a las inglesas) a la práctica religiosa anglicana.

En estos 20 años la población inglesa ha crecido en 8 millones de personas, alcanzando los 57 millones, y sin embargo los que van a las iglesias anglicanas con cierta asiduidad no llegan al millón de personas; si en 1994 eran algo más de un millón de fieles semanales, hoy está estancado en unos 800.000. En Navidad, época entrañable, podemos encontrar 3 millones de feligreses en sus templos. 

Lo que ya es un hecho desde 1994 es que el sacerdocio anglicano se ha feminizado a marchas forzadas. En 2010  fueron ordenadas por primera vez más sacerdotisas que sacerdotes: 290 mujeres frente a 273 hombres.

Desde el año 2000, cada año se ordenan unos 500 nuevos clérigos, pero también es cierto que cada año se jubilan unos 300 y otros 200 o 300 se retiran por diversas causas.

En total, el clero de la Iglesia anglicana consta de unos 8.000 sacerdotes varones y 3.500 mujeres. Por supuesto, como viene siendo la norma anglicana desde el siglo XVI, todos pueden ser casados o casarse sin dejar el ministerio.

Además, los anglicanos cuentan con un ejército de más de 10.000 "readers", una especie de ministros laicos con funciones parroquiales, a mitad de camino entre el diácono, el sacristán y el catequista. Todos juntos atienden 16.000 templos.

[Por comparar: en España, con 46 millones de habitantes, van a la misa católica más o menos cada domingo entre 8 y 10 millones de personas, y hay unos 25.000 sacerdotes. La Iglesia Católica cuenta con 22.000 parroquias en España].

Hay que tener en cuenta, que de todos esos clérigos y clérigas anglicanos sólo el 55% trabajan "a tiempo completo" en la Iglesia, con sueldo eclesial (estipendio). El restante 45% tiene un trabajo civil, no cobra de la Iglesia de Inglaterra, y dedica solo un tiempo parcial a la parroquia, por ejemplo los fines de semana, ofreciendo sacramentos, predicando, etc...

La mayoría de las mujeres sacerdotisas tienen ese perfil: no cobran sueldo y se dedican a tiempo parcial. La mayoría de estas mujeres, según los datos de 2012, entran en la vida clerical con 40 años y de hecho casi el 80% de las sacerdotisas tiene más de 50 años (también el 72% de los sacerdotes anglicanos supera el medio siglo).


Desde 2002, sólo el 24% de las bodas se celebran en la Iglesia Anglicana (esta estabilidad la ven como una buena noticia; en España en 2012 aún había un 62% de bodas por la Iglesia católica).

Una de cada cuatro escuelas privadas es anglicana, lo que teje una red de 4.600 centros con 1 millón de alumnos (las escuelas católicas inglesas, que son 2.000, menos de la mitad que las anglicanas, suman 725.000 alumnos).

La "reverenda" Rose Hudson-Wilkin, gran promotora de tener "obispesas" pedía acabar con el debate de una vez y que los descontentos se fuesen. "Como iglesia tenemos que decir ´ordenamos a hombres y mujeres, punto. Hasta lo más alto. Los que crean que no puedan vivir con ello, son adultos, por favor, que se vayan a Roma. Que se sumen al ordinariato. Que no se queden y hagan peticiones a la Iglesia (anglicana). Eso está mal", declaraba rotunda a The Telegraph en 2012. 

Por el momento, ya son 6 los obispos anglicanos en el país que se han hecho católicos y han entrado en el Ordinariato anglocatólico de Nuestra Señora de Walsingham. Les han acompañado más de  80 clérigos.

Lo que está claro es que el clero femenino tiene doctrinas mucho menos conservadoras que el masculino. La mitad de ellas, por ejemplo, no cree en la Resurrección de Cristo. Eso se desprende de un estudio presentado en 2002 llamado "Cost of Conscience" (por Christian Research), en el que se analizaba las creencias del clero anglicano masculino y el femenino a partir de afirmaciones que se proclaman en el Credo (idéntico al católico) en los oficios anglicanos. Los resultados eran muy claros.

-Creo en el Espíritu Santo: 77% sacerdotes, 74% sacerdotisas
- Creo en Dios Padre: 83% sacerdotes, 74% sacerdotisas
- Creo en la Trinidad: 78% sacerdotes, 70% sacerdotisas

Cuando el Credo habla de Jesús, las diferencias aumentan:

- Creo que Jesús murió para quitar el pecado del mundo:
76% sacerdotes, 65% sacerdotisas

- Creo que el cuerpo de Jesús resucitó de entre los muertos:
68% sacerdotes, 53% sacerdotisas

- Creo que Jesús es el único camino para ser salvado:
53% sacerdotes, 39% sacerdotisas.

- Creo que Jesús nació de una Madre Virgen:
58% sacerdotes, 33% sacerdotisas.