Borys Gudziak es el obispo de la eparquía (diócesis) grecocatólica ucraniana de París, y presidente de la Universidad Católica de Ucrania, de la que ha sido rector durante años. Luis Antequera, autor del popular blog de ReL "En cuerpo y alma" lo ha entrevistado para Ayuda a la Iglesia Necesitada (www.ain-es.org) y para el programa "Con otros ojos" que él dirige en Radio María. La entrevista tuvo lugar el 11 de marzo en Madrid con ocasión del encuentro de la Federación Internacional de Universidades Católicas en la capital española. 

- ¿Cuál es la presencia de los católicos en Ucrania? 
M.G. Ucrania es uno de los países más grandes de Europa, más que Alemania o Francia. Cuenta con 46 millones de habitantes, de los cuales entre un 10 y 12% son católicos. La mayoría de estos católicos son greco-católicos, de rito oriental, que son tradicionalmente quiénes han formado la Iglesia católica en Ucrania. Los católicos de rito latino son de procedencia polaca, húngara, o eslovaca, y representan solo un 1015% de los católicos.

»En los tiempos de la Unión Soviética, los católicos fueron severamente perseguidos. La Iglesia Católica latina se vio reducida a una existencia simbólica. Por su parte, la Iglesia grecocatólica ucraniana fue declarada ilegal, y su clero fue obligado a entrar en la Iglesia Ortodoxa.

»En 1946 todos los obispos fueron arrestados y todos los sacerdotes que rehusaron hacerse ortodoxos fueron llevados a Siberia con sus familias, porque la mayoría de ellos estaban casados. Se pasó de tener 4 millones de fieles y 3.000 sacerdotes en 1939, a contar en 1989, 50 años después, con tan solo 300 sacerdotes.

»Ahora, tras 25 años de la caída de la URSS, tiene de nuevo 3.000 presbíteros, cuya edad media es de 40 años; cuenta con 800 seminaristas y unos 5 millones de fieles.

- ¿Cómo es la relación entre católicos latinos y grecocatólicos? 
- Existe cordialidad y cooperación entre unos y otros, aunque también tenemos diferencias históricas relacionadas con las identidades nacionales, especialmente entre polacos y ucranianos. La relación no siempre ha sido fácil, y a veces hoy día hay retos que superar. Pero sí me gustaría subrayar que existe una relación particularmente buena con Polonia, y la Iglesia polaca y la sociedad polaca en general han apoyado el movimiento por las reformas y la libertad en Ucrania.



- ¿Pueden los sacerdotes grecocatólicos casarse?
- Los sacerdotes no pueden casarse, pero los seminaristas sí. Es decir, uno sólo puede casarse antes de la ordenación sacerdotal. Si uno enviuda, entonces no puede casarse de nuevo. Hay algunos que no están casados pero alrededor del 90% de los seminaristas se casa.

- ¿Qué papel han desempeñado los católicos en los eventos acontecidos estos días en Ucrania?
- La Iglesia grecocatólica ucraniana, cuando dejó de ser ilegal y “salió de las catacumbas” tenía una autoridad moral increíblemente grande. Esto es porque no colaboró con las autoridades en los tiempos de la Unión Soviética, estuvo en la oposición y mantuvo el espíritu de libertad.

»Es una iglesia minoritaria, -tradicionalmente los ucranianos son ortodoxos-, y de hecho hoy día, prácticamente, la mitad de la población no tiene contacto alguno con la Iglesia, ninguna iglesia.

»Sin embargo, la Iglesia grecocatólica ha mantenido un notable liderazgo, especialmente en la persona del cardenal Ludomir Husar, hoy retirado, y la nueva cabeza de la Iglesia, Su Beatitud Sviatoslav Shevchuk. En los últimos veinte años se han pronunciado sobre todos los posibles temas sociales, ofreciendo equilibradas respuestas y siendo altamente respetados en la sociedad.

- Es casi lo contrario de lo que está pasando aquí en España, donde la Iglesia parece haber perdido en muchos casos la autoridad moral...
- Es bastante diferente. Los taxistas a veces me preguntan, “el cardenal Husar... ¿ese señor es de su iglesia? ¡Respeto mucho a ese hombre!”, y es gente que ni siquiera va a la iglesia.

»Durante lo ocurrido en los últimos cuatro meses, la Iglesia grecocatólica ha estado de muchas maneras en la vanguardia en lo relativo a asuntos sociales, éticos, en llamar a la gente a su responsabilidad. La Iglesia católica latina también se ha implicado, y también lo han hecho los ortodoxos, los protestantes, los judíos y los musulmanes. Así que podemos decir que ha habido un consenso ecuménico e interreligioso sobre la necesidad de reformas en Ucrania.

»Las iglesias establecieron cuatro puntos básicos sobre las protestas:
-que el Gobierno tiene que escuchar al pueblo,
-que se rechace toda violencia,
-que las actividades que se dirigen a dividir el país deben ser frenadas
-y es necesario el diálogo. El diálogo es difícil, se ha de ser paciente, no da frutos inmediatamente, pero es mucho mejor que la guerra.



El obispo Borys en las noches del Maidán de Kiev

»Todos los días desde el 21 de noviembre, la gente se ha reunido en la plaza Maidán de Kiev, a raíz de que el presidente arbitrariamente rehusó la propuesta de asociarse con la Unión Europea después de haber prometido durante tres años que Ucrania lo haría.

»Se han llegado a juntar el 8 de diciembre unas 800.000 personas. Había gente todos los días, no solo los fines de semana, y eso a pesar del severo invierno de Kiev, con temperaturas de menos 25ºC.

»El día empezaba con una oración y por la noche, cuando hace frío, y está oscuro y peligroso, la oración se producía cada hora, y se cantaba el himno nacional cada hora. Esto es algo difícil de imaginar en Madrid, en París o en Londres.

»La gente pedía a los sacerdotes que estuvieran presentes y que estuvieran con la gente rezando. A menudo esa oración era inspiradora, a menudo ha sido pastoral. La Iglesia grecocatólica y también otras iglesias han levantado tiendas-capilla en la plaza, bastante grandes. La levantada por la Iglesia grecocatólica era como esta habitación (nota del traductor: unos 100 metros cuadrados). La gente venía para la liturgia, para la misa, venían a rezar, a confesarse.

»Ha habido cientos de conversiones, porque la gente que se levanta, que sufre, durante meses, con el mal tiempo y sufriendo la violencia policial ha podido ver que, de hecho, el Evangelio de Nuestro Señor Jesucristo es la plena expresión de sus deseos. Mucha gente que no tenía contacto alguno con la Iglesia han comenzado ahora una vida explícitamente religiosa y espiritual.



Revestido para confesar en el Maidán y alrededores

»Las iglesias han tenido en las últimas semanas la difícil tarea de liderar a la gente en tiempos de violencia y muerte. Más de cien personas han perdido la vida, mil personas han sido hospitalizadas. Muchos de los muertos eran jóvenes, padres de familia desarmados que han sido alcanzados por francotiradores a bocajarro. Toda Europa ha visto estos hechos a plena luz del día, en medio de la ciudad, en pleno corazón de Europa.

-Europa ha visto todo esto, pero Europa creo que no tiene la menor idea del papel de las iglesias en esta revolución.
- Yo personalmente he estado en Kiev durante tres semanas en diferentes momentos. Las iglesias han estado allí confortando en la muerte, rezando por los muertos, ayudando a las personas tanto en el plano espiritual como psicológico. La gente muere todos los días por las heridas de los sucesos de febrero. Así que hay enormes funerales por todo el país, funerales religiosos.

»Nuestra Universidad Católica Ucraniana, de la que soy presidente, ha perdido a uno de nuestros miembros, un joven historiador de veinte años que fue tiroteado en Maidán en la mañana del 20 de febrero junto a otras 50 personas. Así que las iglesias han estado con la gente en momentos de celebración, de dignidad y de gran duelo. Hoy las iglesias son vistas como voces éticas de libertad, dignidad y, digamos, maduración en paz.

»Este movimiento de los últimos cuatro meses no es fundamentalmente un movimiento que apoya a un partido político, es un movimiento de principios que quiere transitar del miedo a la dignidad humana. Y la gente cada día identifica mejor que es una dignidad que es dada por Dios. Así que existe un tremendo peregrinaje que no es sólo importante para Ucrania, sino para Europa. Desde Ucrania se está llamando a Europa a sus principios. La gente ha muerto por la bandera europea en Ucrania. Creo que es la primera vez que ocurre algo así en nuestro continente.

- ¿Ve posible una reunificación con la Iglesia ortodoxa?
- Uno puede contribuir con su esfuerzo, pero los movimientos y procesos espirituales están guiado por el Señor. Es muy importante que en estos cuatro meses las iglesias hayan actuado juntas, -el grado de comunicación y de cooperación no tiene precedentes-, encontrándose en una causa común, a pesar de las diferencias étnicas, lingüísticas y religiosas.

»El primer muerto en el Maidán fue un armenio, el segundo un bielorruso, el primero que hizo un llamamiento a los periodistas fue un afgano. El Maidán ha modelado para las iglesias un modo de estar juntas y nos está ayudando a vivir una nueva situación.

»Ucrania es una nación, una sociedad, que está sufriendo una conversión, pero las iglesias también necesitan conversión, necesitan oír la llamada del Señor. Las palabras más importantes que Jesús dijo a sus apóstoles antes de su pasión y muerte son “sed uno, como yo lo soy en mi Padre”. Existe la esperanza de que habrá más acercamiento. Cuándo y cómo la unidad total ocurrirá es algo que el espíritu Santo proveerá, pero tenemos pensamientos muy positivos hacia lo que el Papa Francisco llama estar cerca del pueblo, y de hecho sus palabras han sido motivadoras para los pastores. El ha dicho “los pastores tienen que oler a oveja”, y los pastores han estado entre el rebaño.

»A veces, ha habido cincuenta sacerdotes en la plaza, en diferentes días, de diferentes confesiones. Hay temores por causa de la invasión rusa, por causa del pasado, pero hay gran esperanza.



- Hay varias organizaciones que ayudan a la Iglesia en Ucrania, entre ellas Ayuda a la Iglesia Necesitada ¿Qué puede decir sobre esta ayuda?
- Ayuda a la Iglesia Necesitada ha sido el mayor benefactor de la Iglesia en Ucrania durante los últimos veinticinco años. Ha ayudado a la Iglesia en tiempos de la clandestinidad. Siempre hemos mantenido una relación muy cercana y personal con el Padre Werenfried Van Straaten, fundador de AIN.

»En la archidiócesis de Lviv, AIN ha construido un magnífico seminario y ayuda a la Universidad Católica de Ucrania, de la que he sido rector. En proyectos pastorales, AIN ha ayudado en la construcción de unas 2.000 iglesias católicas, muchos de los sacerdotes que vivían en condiciones miserables han recibido subsidios de AIN, se ha repartido material catequético, libros de oraciones y textos litúrgicos. También se ha apoyado, gracias a los benefactores de AIN, proyectos asistenciales, sobre la familia, y la espiritualidad.

»Me gustaría expresar en nombre de toda la Iglesia una profunda gratitud a los benefactores de AIN, especialmente los de España. Yo personalmente pude terminar mis estudios sacerdotales en Roma gracias a una beca de Ayuda a la Iglesia Necesitada. Así que son ya tres generaciones de sacerdotes, incluso obispos, seminaristas y feligreses que han sido apoyados por esta única y visionaria organización evangélizadora. Les estoy muy agradecido.