Mediante un artículo publicado en The Telegraph este jueves, la ministra británica encargada para la Fe y las Comunidades Religiosas, Sayeeda Warsi, de religión musulmana, ha dicho algo que no se atreven a decir numerosos ministros cristianos de otros gabinetes europeos, incluido el de David Cameron: "Los extremistas están expulsando a los cristianos de su patria. Debemos actuar".
Así titula su colaboración, donde destaca que "la violencia terrorista contra los cristianos ha puesto en peligro en algunas regiones incluso la misma supervivencia de la religión. No podemos permanecer pasivos".
Musulmana de origen paquistaní, de 42 años, casada dos veces y con seis hijos, Sayeeda Warsi ha sido varias veces objeto de campañas críticas por parte de la izquierda laborista a causa de su denuncia de la secularización que se intenta imponer en el Reino Unido. En 2005 fue considerada "homófoba" por activistas homosexuales porque se opuso a que se redujese a 16 años la edad de consentimiento sexual.
En el artículo del 14 de noviembre denuncia ahora qu "hay hoy lugares del mundo donde ser cristiano supone poner tu vida en peligro. En un continente y otro, los cristianos se están enfrentando a la discriminación, al ostracismo, a la tortura e incluso al asesinato, simplemente por la fe en la que creen".
"La población cristiana está cayendo en picado y la religión está siendo expulsada de algunos de sus históricos lugares. Incluso se habla de que la Cristiandad se extinga en lugares donde ha existido desde hace generaciones, incluso donde la fe nació. En Irak, la comunidad cristiana ha caído de 1,2 millones en 1990 a 200.000 hoy. En Siria, el horrendo derramamiento de sangre enmascara la hemorragia de la población cristiana", denuncia la ministra.
Y añade que "los responsables son desde los estados a los terroristas, pasando por los pueblos vecinos... Esto se ha convertido en una crisis global, y quiero hacer un llamamiento a la unidad de todas las religiones y de todos los continentes en este asunto".
No es cuestión de leyes, afirma, porque algunas de las constituciones que garantizan la libertad religiosa son "de risa", como la de Corea del Norte: "Quiero construir un consenso internacional que incluya a legisladores, políticos, organizaciones de caridad, periodistas y jueces para desarrollar una estrategia que ponga en práctica este objetivo universal de la libertad religiosa y empiece a notarse en la vida práctica de las personas", concluye Warsi.