Dentro de medio año, la Iglesia de Noruega (luterana, en acuerdo intercomunión con la Comunión Anglicana) celebrará un Sínodo, en abril, y probablemente autorice las bodas religiosas, "cristianas", entre personas del mismo sexo... como ya hacen los vecinos luteranos de Suecia y Dinamarca. 

Aunque sea el mayor evento eclesial del país, un Sínodo de obispos luteranos no es algo demasiado impresionante: son sólo 12 obispos (obispesas incluidas), de los que 8 implantarán el matrimonio gay litúrgico, algo a lo que sólo 4 se oponen, según la agencia France Presse.

De hecho, en ocasiones anteriores estos 4 obispos algo más conservadores se opusieron también a liturgias no matrimoniales de "bendición" de parejas del mismo sexo casadas civilmente.


Noruega ha sido tradicionalmente algo más religiosa y conservadora que sus vecinos escandinavos, por lo que podría ser que algunos luteranos se desencantasen de la iglesia oficial y creasen otra distinta, o bien entrasen en alguna pequeña iglesia evangélica conservadora, etc...

La opción de crear un ordinariato católico con elementos de liturgia luterana (como ha sucedido con ex-anglicanos de Inglaterra, EEUU y Australia) se podría dar, teóricamente, si un grupo de luteranos pidiese entrar en la Iglesia Católica bajo esa fórmula, pero es poco probable ya que los católicos son muy pocos en el país, y el catolicismo está desprestigiado después de casos de abusos sexuales encubiertos por obispos locales ineptos.


En 2012, el Estado noruego y la Iglesia oficial pactaron su "desestablecimiento", es decir, que deje de ser la Iglesia oficial del país, algo en lo que coinciden los 7 partidos del Parlamento (incluyendo los 10 diputados democristianos y los 30 conservadores).

En Noruega el rey adquirió la autoridad absoluta sobre la Iglesia nacional en 1660, aunque ya la ejercía desde que el Rey de Dinamarca Cristian III obligó a daneses y noruegos (hasta entonces católicos) a integrar la iglesia luterana nacional entre 1536 y 1539. El Estado aprovechó para confiscar la mitad de las tierras del país, que pertenecían a entidades eclesiales. Desde esa época, el Rey nombraba los obispos desde esa época. Esta es una de las cosas que cambiará.

Hasta ahora, la Constitución exigía que la familia real noruega sea luterana y que al menos la mitad del gobierno pertenezca a la Iglesia oficial. El rey seleccionaba y ratifica a los 12 obispos del país, aunque solía dejarlo en manos del Gobierno, más en concreto, del Departamento de Iglesia y Cultura.

No hay arzobispos en la Iglesia luterana noruega, sólo un obispo presidente durante 4 años: actualmente es la obispa de Borg, Helga Haugland Byfuglien. Ahora, el Estado dejará de nombrar obispos y prepósitos y probablemente habrá que cambiar la constitución para permitir que la familia real pueda cambiar de religión.


En 1814 la Constitución ratificó que la Iglesia de Noruega es la oficial del país. Desde 1845 se permitió trabajar y predicar en el país a católicos y otros cristianos no luteranos. En 1931 se estableció el sufragio universal (el tercer país en hacerlo, después de Alemania y Finlandia). Y en 1964 la constitución fue enmendada para reconocer la libertad religiosa.


Lo cierto es que la Iglesia Noruega no despierta mucho fervor. Pertenece a ella el 82,7% de la población (datos de 2007) mientras que en los años 60 prácticamente abarcaba a todos los habitantes.En 2006 sólo se bautizó en ella al 74% de los niños.

De estos "fieles" (que suman casi 4 millones de personas), sólo un 3% pasa por la iglesia semanalmente, y otro 10% se deja caer alguna vez al mes (datos de Kevin Boyle, profesor de la Ohio State University).


La Iglesia oficial, con todos los resortes del país, sin participar en ninguna dictadura que le quite credibilidad moral, sin defender ninguna "moral opresiva", con clero casado desde el siglo XVI, divorcio fácil desde hace cien años, mujeres obispas desde 1993, aceptando el matrimonio gay desde 2009 (aunque sin celebración litúrgica), etc... no atrae ni inspira.

La liturgia y la teología de esta Iglesia están en intercomunión con la Iglesia Anglicana: relativismo moral, liturgia con hábitos y gestos similares en la misa (aún se llama "alta misa", "hoymessen") pero vaciados del contenido católico de antaño.

Sólo un 32% de los noruegos creen que Dios existe; otro 47% cree en "algún tipo de fuerzas o espíritu" y un 17% cree que no hay nada de eso (un 4% responde "no sé"). Son datos del Eurobarómetro 2005.