El político democristiano Giulio Andreotti, que fue 7 veces primer ministro de Italia y el político más importante de Italia desde la Segunda Guerra Mundial, ha fallecido este lunes a los 94 años, poco antes de las 12.30.

Sólo en los últimos meses se retiró de la vida pública: no acudió al parlamento ni para votar la última elección del presidente de la República ni la investidura del nuevo Gobierno.

Nacido en Roma, Andreotti participó en 33 gobiernos como ministro. 

En abril de 2012 permaneció 13 días hospitalizado en el Policlínico Gemelli de Roma debido a una crisis cardiaca causada por una infección respiratoria.

Pasados los primeros momentos y una vez estabilizado, llegó incluso a bromear al conocer que Wikipedia le había dado por muerto, señalando que ello "alargaba la vida". Pero la muerte al final llega a todos los hombres, y en su caso fue un poquito después de bromear.

En la prensa italiana, muchos destacan su capacidad como mediador: entre el Vaticano y el mundo político, entre las distintas tendencias de la Democracia Cristiana, entre los democristianos y el Partido Comunista Italiano, en el trato con la OTAN y Estados Unidos, con el bloque soviético y con los países árabes... 

También se le recordará por su frase: "el poder desgasta sólo al que no lo tiene".

Andreotti fue acusado de colaboración con Cosa Nostra, la mafia siciliana, por la muerte de Mino Pecorelli en 1979. En un duro proceso un testigo aseguró que Andreotti besó en la mejilla, gesto característico de la mafia, al jefe de la Cosa Nostra, Salvatore Totó Rina. 

Pero los tribunales italianos le absolvieron en 2004 de asociación mafiosa, en una sentencia judicial que le absolvía por prescripción aunque consideraba probada una relación con el crimen organizado. Eso será lo que más dañará su recuerdo en la historia.