Descrito como un “mosaico de microestudios” por el arzobispo Nichols, presidente de los obispos católicos de Inglaterra, este trabajo señala algunas cifras asombrosas que indican el crecimiento del cristianismo en este país, aunque sólo en ciertos ambientes y condiciones. Sí, el típico inglés, anglicano sociológico, hace mucho que ya no pasa por su parroquia. Pero muchas otras iglesias se han creado y han crecido en décadas recientes. El estudio es considerado por muchos como un antídoto necesario a la “escatología del declive” y la “eclesiología del fatalismo”, o dicho en lenguaje más sencillo: da esperanza para evangelizar y deja en mal lugar a los pesimistas comodones.
Esta investigación, apreciada por anglicanos, católicos y distintos grupos evangélicos, señala por ejemplo que:
- Desde 1980 se han creado en Gran Bretaña al menos 5.000 iglesias nuevas (parroquias o comunidades).
- Hay medio millón de cristianos en parroquias o iglesias cuyos parroquianos son mayoritariamente de piel negra (hace 60 años no había casi ninguna parroquia así).
- Hay al menos un millón de cristianos de las minorías negra, asiática y otros grupos étnicos menores.
- La diócesis anglicana de Londres tiene un 70% más de miembros adultos que en 1990.
- Un estudio recoge el potente catolicismo del East End de Londres, y otros dos hablan de la expansión de las iglesias africanas pentecostales en el país.
La realidad sociológica es que junto con la inmigración (no sólo de países anglohablantes africanos y asiáticos: también de la católica Polonia, por ejemplo) han llegado muchos cristianos durante décadas y ya se han organizado en comunidades. Así, en Londres existen cosas tan especializadas como una vibrante parroquia de católicos eritreos de rito copto (en lengua gheez) que además pertenecen en buena medida a la Renovación Carismática.
Las iglesias que más se han beneficiado de la inmigración son las que tienen mayor impulso evangelizador: evangélicas y pentecostales. Aquellas comunidades anglicanas con un enfoque carismático o evangélico (por ejemplo las que usan el Curso Alpha de forma sistemática) también han logrado atraer y consolidar a los inmigrantes… y a sus hijos (siempre más que la media normal en las mujeres inglesas). Por el contrario, las parroquias de teología progresista y las que no tienen programas evangelizadores no se benefician de la inmigración y envejecen.
David Goodhew, en un artículo en el Church of England Newpaper, saca 6 lecciones de los datos. Lo hace desde un punto de vista anglicano, pero muy aplicable también desde la visión católica.
1- “Hay esperanza. La prensa y no pocos líderes eclesiales nos bombardean pidiendo que asumamos que la sociedad se hará más secular y no hay nada que podamos hacer. Pero la evidencia en Gran Bretaña es que hay crecimiento a gran escala y duradero de iglesias. La desesperación es un error, tanto teológico, como a la luz de los datos”.
2- El crecimiento viene de las minorías étnicas. Los cristianos negros prefieren ir a iglesias no-anglicanas. Goodhew propone importar líderes anglicanos negros de otros países.
3- “Plantar iglesias es la estrategia más eficaz para crecer. Cada diócesis necesita una estrategia de plantar iglesias”. [Esta es una idea muy común en ámbitos evangélicos, donde basta con tener un pastor, un pequeño grupo de ayudantes –a veces sólo la esposa del pastor- y unos 30 parroquianos para considerar ya consolidada una “iglesia”. A partir de ahí se espera que crezca hasta 60 o 90 personas, no mucho más. Nada que ver con la típica parroquia católica, de 2.000 miembros nominales, de los que sólo 200 van a misa, y muy difícil de erigir y trasladar].
4- “El crecimiento ocurre en las rutas comerciales”. Donde hay inmigración, economía y dinamismo, allí llegan los inmigrantes cristianos buscando comunidad y una red humana. Ahí es donde tiene más sentido crear nuevas comunidades con enfoque más evangelizador. Así, Londres, York y Edimburgo son buenos sitios para crear nuevas comunidades. Goodhew recuerda como San Pablo creaba grupos en las rutas comerciales clave del Mediterráneo antiguo.
5- La diócesis anglicana de Londres crece, pero las otras no. Goodhew se pregunta porqué, sin dar respuesta. [Sin duda algo tiene que ver el hecho de que Londres es el epicentro de los Cursos Alpha, con sede en Holy Trinity Brompton, de donde han surgido iniciativas para revitalizar muchas parroquias. Son ya 30 años de experiencia fecunda con ese método de evangelización en grupos pequeños].
6- “Necesitamos una teología de crecimiento de la Iglesia. Tenemos que articular con claridad por qué lo que Dios quiere es que la Iglesia crezca. Y abandonar el fatalismo que la cultura Occidental ha implantado en el corazón de tantos cristianos, congregaciones y estructuras eclesiales”.