Las relaciones entre el Gobierno de Irlanda y el Vaticano se han deteriorado en los últimos meses. De hecho, desde noviembre de 2011 Irlanda ya no tiene un embajador residencial ante la Santa Sede.

“El Gobierno pensó que bastaba con una simple firma, que cerrarían la embajada y que nadie protestaría o a nadie le importaría”. Afirma Michael Kelly, subdirector de The Irish Catholic.

Pero no fue así, a miles de católicos de Irlanda sí que les importó. Poco después del anuncio, nació el movimiento Stand Up o “Álzate”. Algunos de sus miembros han visitado Roma para pedir que se reestablezcan relaciones diplomáticas plenas entre su país y el Vaticano.

“Una madre joven en Dublín sintió que tenía que alzarse para protestar, de ahí el nombre ´Irlanda, álzate´”, dice Mary Fitzgibbon, de Stand Up.

“Es importante decir que esta iniciativa no viene de la jerarquía o de organizaciones de la Iglesia. Son católicos normales y corrientes a quienes les preocupa cómo se trata a su Iglesia. Están muy preocupados de este gesto, con el que se congelan las relaciones con la Santa Sede”, señala el subdirector de The Irish Catholic.



Con postales como estas que muestran en su página web, el grupo promueve también el Congreso Eucarístico Internacional que tendrá lugar en Dublín del 10 al 17 de junio. Hasta ahora han captado la atención de los católicos y del responsables del Gobierno se han sumado a la causa.

“Cada persona de la Iglesia en Irlanda espera que el Congreso Eucarístico sea una oportunidad de renovación de la Iglesia a nivel institucional pero también a nivel personal, en la fe de cada uno”, afirma Kelly.

En verano de 2011 el primer ministro de Irlanda, Enda Kenny, criticó públicamente el modo en el que el Vaticano gestionó los casos de abusos sexuales que aparecían en el Informe Cloyne. Poco después el Gobierno anunció que su embajador ante la Santa Sede residiría en Dublín para ahorrar 400.000 euros.

“Debemos ser muy francos y honestos sobre los terribles delitos de abuso y de cobertura que ocurrieron en la Iglesia. Debemos afrontar la realidad. Pero creo que muchos laicos piensan que los políticos están utilizando cínicamente el sufrimiento de las víctimas para atacar a la Iglesia”, continúa el periodista irlandés.

Según Mary Fitzgibbon, “Nuestras relaciones con la Santa Sede son muy importantes y se remontan al año 1500. Son lazos diplomáticos e históricos porque el Vaticano fue uno de los primeros Estados que reconoció el Estado de Irlanda en 1929”.

Michael Kelly asegura que sin comunicación aumentará la desconfianza entre los dos países. Y aunque las relaciones continúan siendo tensas, espera que las cosas cambien en el futuro.