El arzobispo de Malinas-Bruselas, monseñor André-Joseph Léonard, ha desaconsejado a los católicos divorciados que ejerzan el puesto de director en las escuelas católicas y que enseñen Religión.
Según el diario Het Laatste Nieuws, en la revista de su archidiócesis, el prelado precisa que las personas divorciadas "deben evitar las tareas que les sitúen en una posición incómoda o difícil" y por lo tanto, "desaconseja" enseñar la materia de Religión o desempeñar el cargo de director en las escuelas católicas.
Efe informa que el consejo de Leònard ha encontrado rechazo por parte de diversos representantes de la enseñanza católica en Bélgica.
"Es aberrante", afirmó el presidente del colegio de directores de enseñanza fundamental católica, Jean-Pierre Merveille, quien recordó que "un marco legal establece una clara distinción entre vida privada y pública".
Desde la secretaría general de enseñanza católica de Bélgica (Segec), Conrad Van de Werve considera que el planteamiento implica discriminación en la contratación.
El presidente de la Unión de Federaciones de Asociaciones de Padres de Educación Católica (Ufapec), Pierre-Paul Boulanger, por su parte, recalcó que para ser contratado lo que hay que cumplir son los requisitos legales.