La Conferencia Episcopal de Inglaterra y Gales ha presentado las cifras de personas (básicamente adultos) que ingresarán en la Iglesia católica esta Pascua, bien mediante el bautismo, o bien (si ya estaban bautizados en otra denominación cristiana) mediante los ritos de recepción en la Iglesia. Se trata de 3.931 personas, 493 más (un 14,3 por ciento más) que en 2010.
Aunque puede haber bautismos de adultos o recepciones en la Iglesia en otras ocasiones, es tradicional que casi todos los casos se concentren en Pascua, y que los catecúmenos y aspirantes se reúnan en las catedrales el primer fin de semana de Cuaresma en el llamado "Rito de Elección", cuando son presentados a cada obispo.
Algunos de los nuevos católicos admiten que la visita de Benedicto XVI a Gran Bretaña les ha influido: "mis hijos y yo nos unimos a una peregrinación a Hyde Park, todos mis miedos y prejuicios se fundieron y reconocí el amor y la humildad que brillaban en sus ojos", explica una doctora de la parroquia de Wadhurst.
A pesar de haber sido también un año de difusión y reconocimiento de algunos escándalos antiguos de la Iglesia en Inglaterra y, sobre todo, en Irlanda, y de una actividad muy importante de la prensa más anticatólica, el crecimiento de un 14,3 por ciento parece reconocer el efecto positivo de la visita papal y la visibilidad de la Iglesia, minoritaria en Inglaterra.
Además, a esta cifra hay que añadir los anglicanos que entrarán en la Iglesia acogidos en el Ordinariato anglocatólico de Nuestra Señora de Walsingham, de los que por primera vez se han dado cifras oficiales: 795, de los cuales 61 son antiguos clérigos anglicanos. Se suman a los cinco ex-obispos anglicanos que, con sus esposas y tres monjas ex-anglicanas del santuario de Walsingham ya forman parte del Ordinariato.
Así, el Ordinariato, una estructura creada por Benedicto XVI para acoger anglicanos que acepten la doctrina católica manteniendo elementos de sus tradiciones y liturgia, nacerá con 800 miembros y 66 ex clérigos anglicanos, de los que la inmensa mayoría quieren servir como sacerdotes en la Iglesia Católica. Los grupos más grandes de anglocatólicos que entran en el ordinariato están en Brentwood (240 fieles), Southwark (167), Birmingham (100) y Westminster, Plymouth y Portsmouthn (unos 60 cada uno). Durante la Cuaresma, todos ellos están recibiendo formación en la doctrina católica.
Los ex clérigos anglicanos, al estar muchos de ellos casados y con hijos, representan un reto financiero y logístico para la Iglesia Católica de Inglaterra, que no es especialmente rica ni está sobrada de capellanías en universidades ni hospitales, pero muchos de ellos están dispuestos a trabajar en oficios "mundanos" para mantener a sus familias con tal de poder seguir sirviendo al Evangelio como ministros ordenados.
Según funcione este primer año del Ordinariato y las soluciones que se adopten para recibir y organizar esta primera ola de anglicanos, es de esperar que cada año se vaya produciendo un goteo de anglicanos descontentos hacia el Ordinariato, especialmente a medida que el clero femenino y liberal vaya imponiendo sus exigencias cada vez mayores en la Iglesia Anglicana.
En Inglaterra y Gales viven aproximadamente 4,2 millones de personas que se declaran católicas, de las que aproximadamente un millón va a misa con frecuencia más o menos semanal.
Aunque puede haber bautismos de adultos o recepciones en la Iglesia en otras ocasiones, es tradicional que casi todos los casos se concentren en Pascua, y que los catecúmenos y aspirantes se reúnan en las catedrales el primer fin de semana de Cuaresma en el llamado "Rito de Elección", cuando son presentados a cada obispo.
Algunos de los nuevos católicos admiten que la visita de Benedicto XVI a Gran Bretaña les ha influido: "mis hijos y yo nos unimos a una peregrinación a Hyde Park, todos mis miedos y prejuicios se fundieron y reconocí el amor y la humildad que brillaban en sus ojos", explica una doctora de la parroquia de Wadhurst.
A pesar de haber sido también un año de difusión y reconocimiento de algunos escándalos antiguos de la Iglesia en Inglaterra y, sobre todo, en Irlanda, y de una actividad muy importante de la prensa más anticatólica, el crecimiento de un 14,3 por ciento parece reconocer el efecto positivo de la visita papal y la visibilidad de la Iglesia, minoritaria en Inglaterra.
Además, a esta cifra hay que añadir los anglicanos que entrarán en la Iglesia acogidos en el Ordinariato anglocatólico de Nuestra Señora de Walsingham, de los que por primera vez se han dado cifras oficiales: 795, de los cuales 61 son antiguos clérigos anglicanos. Se suman a los cinco ex-obispos anglicanos que, con sus esposas y tres monjas ex-anglicanas del santuario de Walsingham ya forman parte del Ordinariato.
Así, el Ordinariato, una estructura creada por Benedicto XVI para acoger anglicanos que acepten la doctrina católica manteniendo elementos de sus tradiciones y liturgia, nacerá con 800 miembros y 66 ex clérigos anglicanos, de los que la inmensa mayoría quieren servir como sacerdotes en la Iglesia Católica. Los grupos más grandes de anglocatólicos que entran en el ordinariato están en Brentwood (240 fieles), Southwark (167), Birmingham (100) y Westminster, Plymouth y Portsmouthn (unos 60 cada uno). Durante la Cuaresma, todos ellos están recibiendo formación en la doctrina católica.
Los ex clérigos anglicanos, al estar muchos de ellos casados y con hijos, representan un reto financiero y logístico para la Iglesia Católica de Inglaterra, que no es especialmente rica ni está sobrada de capellanías en universidades ni hospitales, pero muchos de ellos están dispuestos a trabajar en oficios "mundanos" para mantener a sus familias con tal de poder seguir sirviendo al Evangelio como ministros ordenados.
Según funcione este primer año del Ordinariato y las soluciones que se adopten para recibir y organizar esta primera ola de anglicanos, es de esperar que cada año se vaya produciendo un goteo de anglicanos descontentos hacia el Ordinariato, especialmente a medida que el clero femenino y liberal vaya imponiendo sus exigencias cada vez mayores en la Iglesia Anglicana.
En Inglaterra y Gales viven aproximadamente 4,2 millones de personas que se declaran católicas, de las que aproximadamente un millón va a misa con frecuencia más o menos semanal.