Un documental de la emisora televisiva Canal + y un dossier del semanario Le Point, el cual anuncia sus descubrimientos sobre “Los Masones: la mano invisible”, “han hecho temblar la política francesa”, señala el representante de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE) para la lucha contra el racismo, la xenofobia y la discriminación, Massimo Introvigne. “La madre de todas las batallas políticas de la masonería en Francia”, explica, “habría sido el intento de hacer caer al primer ministro no masón François Fillon, sustituyéndolo por el más que masón Jean Louis Borloo, un fanático anticlerical, con vistas al debate parlamentario sobre la eutanasia. Batalla perdida. Sarkozy ha mantenido a Fillon, el cual rápidamente se ha manifestado contra la eutanasia”.
Según relata Introvigne en un artículo, el documental y el dossier hacen una lista de masones en el actual Gobierno de Francia en la que figuran el ministro del Interior, el de Economía, los de Asuntos Sociales, de Cooperación con el Parlamento, de Cooperación Internacional y “el verdadero puntal de referencia de la masonería francesa”, el ex Gran Maestro del Gran Oriente Alain Bauer, consejero para la Seguridad Nacional del Presidente Sarkozy.
Además, continúa Introvigne basándose en la información de los medios, en la Magistratura, “los masones están tan omnipresentes que los especialistas reconocen también la polémica interna entre los jueces como enfrentamientos entre el Gran Oriente y la Gran Logia. Y también algún ‘bunga bunga’ que ha involucrado a magistrados masones”.
Esta numerosa y activa presencia de masones en la actual casta política francesa sirve a Introvigne de introducción para señalar que, y siempre basándose en las fuentes mencionadas, detrás del nuevo y “audaz” intento por legalizar la eutanasia hubo fuertes presiones y luchas de poder entre los miembros de las logias.
El semanario no católico Le Point, destaca el hombre de la lucha contra la cristianofobia en Europa, reconstruye además, “de un modo casi exacto”, la doctrina de la Iglesia católica sobre la masonería.
La Iglesia, recuerda Le Point, con la “Declaración sobre la masonería” de 1983, firmada por el entonces cardenal Ratzinger como prefecto para la Congregación de la Doctrina de la Fe y refrendada por Juan Pablo II, ha confirmado la prohibición absoluta para los católicos de adherirse a cualquier masonería, sin posibilidad de derogación por parte de los sacerdotes, obispos o conferencias episcopales, afirmando que los masones siempre han de ser considerados “en estado de pecado grave y no pueden acercarse a la Santa Comunión”.
“Naturalmente nunca falta algún fraile galo que contesta al Magisterio y se muestra tolerante con quienes no obedecen, pero, al menos, lo que el Papa enseña sobre la masonería ha sido ofrecido por una vez correctamente”, comenta el sociólogo italiano.