Una Jornada europea de los mártires cristianos para recordar a todos los que en nuestro tiempo han sido asesinados por el odio a la Iglesia. Con el fin de luchar contra la intolerancia y la discriminación ejercidas contra los cristianos, el sociólogo italiano Massimo Introvigne, representante de la OSCE (Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa), propuso esta jornada en el transcurso de su ponencia del pasado 25 de enero en el Consejo de Europa de Estrasburgo sobre el tema “ Persecución a los cristianos orientales, ¿cuál es la respuesta de Europa?”.
En esta ponencia, promovida por el Centro Europeo de Derecho y Justicia (ECLJ), han participado, además de Introvigne, monseñor Antoine Audo, obispo católico de rito caldeo de Alepo (Siria), y el padre Emanuel Youkhanna, administrador apostólico de la Iglesia Asira de Oriente.
“No existe una conciencia suficiente- dijo Introvigne- de la intolerancia y de las persecuciones contra los cristianos. Tres cuartas partes de los casos de persecuciones religiosas realizadas en el mundo tienen que ver con los cristianos, pero pocos lo saben”.
Introvigne recordó el gran evento ecuménico que Juan Pablo II organizó en el Coliseo el 7 de mayo de 2000, con ocho “estaciones” que recordaban a los principales grupos de mártires cristianos de nuestro tiempo: las víctimas del totalitarismo soviético, del comunismo en otros países, del nazismo, del ultra-fundamentalismo islámico, de los nacionalismos religiosos violentos en Asia, del odio tribal y anti-misionero, del laicismo agresivo y del crimen organizado.
“Justo el 7 de mayo, en memoria de aquella gran evento- continuó Introvigne- podría ser la fecha para una jornada de recuerdo de los mártires cristianos. El éxito, incluso en las escuelas, de la Jornada de la Memoria para una lucha eficaz contra el antisemitismo, sugiere, no con la intención de hacerle la competencia, la propuesta de un instrumento análogo para recordar a tantísimos mártires – una palabra que significa “testigo”- de la persecución e intolerancia contra los cristianos”.
Esta jornada de la lucha contra la cristianofobia, dijo el representante de la OSCE, podría ser una ocasión anual de “examen de conciencia colectivo” y para un “análisis exigente” por parte de Europa del problema de la tutela de las minorías cristianas en los distintos países.
Introvigne recordó finalmente la llamada que Juan Pablo II realizó en el Coliseo el 7 de mayo de 2000 para el nuevo siglo XXI que entonces iniciaba: “Que permanezca viva, en el siglo y milenio que empezamos, la memoria de nuestros hermanos y hermanas. Incluso ¡que crezca! Que se transmita de generación en generación, para que de ella surja una profunda renovación”.
La institución de una Jornada europea de los mártires cristianos, concluyó el sociólogo italiano, sería una bella respuesta a este llamamiento más que actual hoy en día”.