Después de que esta semana L’Osservatore Romano se limitase a comentar el caso publicando la nota del presidente de la República, Giorgio Napolitano, en la que reconocía la turbación social causada, Bertone se refirió al escándalo con una dura intervención.

El secretario de Estado subrayó, a la salida del hospital Bambin Gesù de Roma, donde inauguró una casa de acogida, que coincide con el comunicado de Napolitano y el Vaticano comparte la “turbación” frente a las informaciones de los diarios italianos acerca de los pormenores de las supuestas bacanales del primer ministro italiano.

El escándalo supone un daño “a las familias y a las nuevas generaciones”, por lo que la Iglesia “invita a todos, sobre todo a los que tienen una responsabilidad pública en cualquier sector administrativo, a tener y a asumir un empeño de una más robusta moralidad, de un sentido de la justicia y de la legalidad”.

El cardenal no citó directamente a Berlusconi, pero sus palabras muestran el malestar que el caso está provocando en la Santa Sede y cuál es el camino que, en su opinión, deberían seguir los políticos italianos.

Por otra parte, un editorial publicado en Avvenire, diario de inspiración católica, advertía este martes de que el caso de escándalo sexual que salpica al primer ministro italiano “es terrible y ofende”.

“No sé como acabará la investigación contra Berlusconi, pero sé que los delitos de los que está acusado son muy serios”. El delito de prostitución infantil es, a nivel moral, insoportable”, escribía el director de Avvenire, Marco Tarquinio.

“Los italianos nos merecemos una salida rápida de esta irrespirable polvareda”, destaca Tarquinio en su editorial, que detalla aspectos del llamado ‘caso Ruby’, referente a la joven Kharima El Mahroug que, según el fiscal de Milán, participó cuando era menor de edad en fiestas organizadas por ´Il Cavaliere´.

“Sólo la idea de que un hombre que ocupa un alto cargo del Estado esté implicado en historias de prostitución y, peor aún, de prostitución de menores, es terrible y ofende” insiste.

Berlusconi ha sido llamado a declarar este fin de semana y, según la prensa italiana, las pruebas contra él son “concluyentes”, en referencia a unas conversaciones entre el mandatario italiano y la consejera regional Nicole Minetti, que está siendo investigada por la fiscalía por incitación a la prostitución.

Tanto a ella como a las jóvenes Francesca Pascale, Roberta Bonasia y Graziana Capone, se les adjudican unas relaciones algo más que amistosas con el primer ministro italiano y se habla de que una de ellas podría ser la nueva novia de ´Il Cavaliere´.

Mientras tanto, Berlusconi esquiva como puede la amenaza que se cierne sobre su carrera política. “Me quieren eliminar”, aseguró como respuesta al revuelo organizado últimamente en los medios con este escándalo político-sexual, después de permanecer desaparecido de la escena pública durante unos días.

“¿Estáis locos? Me estoy divirtiendo”, contestó el primer ministro italiano a los periodistas que le preguntaron si se planteaba dimitir ante la dimensión que había alcanzado el escándalo.

También los jueces tienen a Berlusconi y sus líos de faldas en el punto de mira, tras los ataques que el mandatario italiano ha lanzado contra ellos por su actuación en el escándalo sexual.

El presidente de la Asociación Nacional de Magistrados, Luca Palamara, ha señalado que Berlusconi pone en peligro “la autonomía y la independencia de los jueces” y que los ataques del ´Cavaliere´ a los magistrados son “inaceptables”.

Berlusconi declaró el pasado miércoles que la Fiscalía de Milán “ha violado las leyes” en el curso del proceso interpuesto contra él por prostitución de menores y que los jueces “han violado los más elementales principios constitucionales”.

La Fiscalía de Milán ha iniciado un proceso contra el primer ministro por prostitución de menores y abuso de poder por sus fiestas en villa Arcore y villa Certosa y su relación con ´Ruby´, la menor marroquí. El sumario de la Fiscalía consta de 389 páginas que probarían que Berlusconi pagó a varias jóvenes, mayores y menores de edad, a cambio de sexo.

Así las cosas, los últimos detalles sobre las supuestas bacanales en las que podría haber participado Berlusconi los ha hecho públicos la prostituta identificada como ´A´, que relata cómo ´Il Cavaliere´ mantenía sexo con grupos de chicas y que les pagaba 5.000 euros a cada una.

El programa de televisión del periodista Michele Santoro en la RAI, la cadena pública italiana, ha entrevistado a la prostituta profesional: “Llegó el presidente, desnudo. Éramos cinco, seis o siete chicas, todas desnudas. Y juntos nos reíamos, bromeábamos, nos tocábamos. Después desfilamos una a una por una habitación en la que se consumaba el acto sexual", ha explicado la prostituta en la RAI.

Catorce jóvenes de estas fiestas que residían en un edificio de las empresas de Berlusconi en Milán han recibido en las últimas horas una orden de desalojo inmediato.