Ni las bajas temperaturas, ni las ventiscas, ni la nieve que en los primeros días de enero suele cubrir las calles de esta ciudad alemana van a apartar de su objetivo a unos 80 niños y niñas de los barrios periféricos de Rondorf e Immendorf: visitar todas las casas de sus extensos barrios, divididos en grupos de tres, vestidos de Reyes Magos y acompañados por una persona adulta. Portan una estrella, de ahí su popular nombre de “Niños de la Estrella”, y llevan la bendición de la Iglesia a todas las casas, deseando que el Señor bendiga a todos sus moradores, y escribiendo con tiza en la puerta de cada casa: C+M+B (Christus Mansionem Benedicat = Dios bendiga esta casa). Llevan una hucha en la que recogen los donativos de la gente para financiar proyectos exclusivamente para niños en el Tercer Mundo.
Estos niños de Rondorf e Immendorf ya están preparando sus vestidos de Reyes Magos, organizando los grupos, ensayando la canción y dividiendo por calles el territorio a visitar. En la primera semana del presente año se peinaron prácticamente sus barrios llevando la bendición a todos los rincones de sus barrios y recogiendo la cantidad de 15.000,00 euros, que generosamente destinaron a un proyecto de formación profesional para niños de la calle que misioneros españoles, colombianos y marfileños llevan a cabo en Abidján (Costa de Marfil). En la primera semana de enero 2011, cuando salgan de nuevo a la calle y recorran sus barrios, confían en conseguir al menos la misma suma que el año anterior.
El Proyecto Amigó-Doumé, dirigido en Abidján (Costa de Marfil) por la Fundación Amigó, brazo social de la Congregación de los Amigonianos, permite a 50 niños de la calle dejar su vida anterior e iniciar un curso de alfabetización o una formación profesional en las ramas de carpintería, metal o formación agropecuaria. La gran mayoría de ellos residen además en el propio centro, ya que carecen de familia directa o han perdido el contacto con la misma.
“De niños para niños” es el nombre que lleva esta acción de los Niños de la Estrella alemanes, en la que los adultos son sólo acompañantes. Junto a los 80 niños de Rondorf e Immendorf en Colonia, saldrán a la calle unos 500.000 niños en toda Alemania, que con la ilusión que les caracteriza harán posible, gracias a los donativos recogidos, que muchos otros niños del Tercer Mundo tengan una oportunidad de abandonar la calle, asistir a la escuela, tener una vivienda digna o mejorar su alimentación.
Según explica el sacerdote amigoniano Juan María García desde Colonia, los niños de los barrios de Rondorf e Immendorf ya conocen, aunque sólo sea por foto, a sus amigos de Costa de Marfil. Incluso han recibido de ellos una carta de agradecimiento en francés, escrita por alguno de aquellos que aprendieron a leer y escribir gracias a los donativos que ellos recogieron y enviaron. Recibir una carta de quien ha aprendido a leer gracias a ti es el mejor colofón de una historia de ayuda a niños de la calle que empezó hace ya unos años y que continúa con la misma ilusión años tras año.