El embajador del Reino Unido ante la Santa Sede, Francis Campbell, asegura que las voces críticas al próximo viaje del Papa Benedicto XVI no son representativas de la realidad del país.
 
«Creo que es un error escuchar sólo estas voces, que son las más fuertes, y pensar que representan a la mayoría de la población. Siempre habrá voces críticas, pero sería un error y estaría fuera de contexto permitir que las voces que más gritan sean las que reciban mayor atención», señala Campbell para Rome Reports.
 
Según el embajador, el viaje del Santo Padre servirá para impulsar la colaboración mutua en la lucha contra el cambio climático, la promoción del desarme o el diálogo interreligioso.
 
«Esperamos que temas como el cambio climático, el desarrollo internacional, la resolución y prevención de conflictos, así como otros aspectos que se traten, profundicen la relación y sirvan para comprender la presencia global de la Santa Sede en el mundo».
 
 
El viaje, del 16 al 19 de septiembre, es único porque es la primera visita pastoral y de Estado de un Papa al Reino Unido.
 
A pesar de que sólo el 10 por ciento de la población es católica, lo ha invitado la Reina Isabel II para que hable a todos los ciudadanos.
 
El primer acto del Papa en el país será el encuentro con la Reina en el Palacio de Holyrood, en Escocia. Allí saludará también a miembros de la familia real y a representantes de la sociedad británica.
 
«Esta es la segunda vez que una visita de Estado comienza en Edimburgo. El único caso anterior fue la visita del rey de Noruega, así que es algo histórico para nosotros», afirma el diplomático británico.
 
Al día siguiente, se reunirá en Londres con el líder de la Iglesia anglicana, el arzobispo de Canterbury, Rowan Williams, quien estuvo en Roma en noviembre de 2009.
 
Será su primer encuentro tras la decisión de la Iglesia anglicana de aceptar el nombramiento de mujeres obispos, un aspecto que dificulta el acercamiento entre ambas iglesias.
 
Al día siguiente el Papa se reunirá en Londres con representantes de la sociedad civil y política británica, en Westminster Hall.
 
La visita concluirá con la beatificación del cardenal John Henry Newman, en Birmingham, un sacerdote anglicano que se convirtió al catolicismo en 1845 y que anticipó muchas ideas del futuro Concilio Vaticano II.