1209. Hora Santa. "Ahora Me toca a Mí. Sé toda Mía. Hoy te diste a tanta gente y estuviste en tantas cosas...
"Es tu Señor y tu Amigo quien te reclama... para Sí y para otros. No te regatees con El, pues El no se regateó para contigo. Ni siquiera Su Cuerpo. Todo lo que hagas, hazlo por El, en El, animada por El. Ya sabes que Yo Soy infinito y no Me vas a agotar y nunca conocerás Mi profundidad.
Encomiéndame con frecuencia tu deseo de ser santa. No estás sobre la Tierra sino para eso, pues para que seáis santos vine Yo a la Tierra. ¿Y entonces'? Si tu deseo se encuentra con el Mío, ¿qué no podremos hacer juntos? Pero es indispensable creer en el Amor. En el Evangelio se encuentra con frecuencia la palabra 'tu Fe te ha salvado'. ¡Oh, Mis pequeños, creed con firmeza y Me podréis arrancar todas las Gracias!
"Y tú, piensa en Mi Gloria. ¿Quieres que tu Cristo y Su Iglesia sean glorificados? Pues, pídemelo con frecuencia. ¡Qué descanso para ti en la hora de tu muerte, si puedes atestiguar que padeciste y trabajaste para la Gloria de tu Único!"
1210. 24 de enero. "Tú oras por tus intenciones; ora también por las Mías." Yo pensaba en la
perfecta armonía de mi cuerpo, en mi salud inalterable y Le decía: "Gracias, mí querido
Constructor." Me dijo: "Para darme las gracias es preciso que sepas sufrir cuando te toque."
1211. 27 de enero. "Recuerda que Me prometiste ser más santa hoy que ayer. Que sea ésta tu divisa, cada día."