1148. 28 de agosto. "¿El celo? No consiste en el apremio de hacer muchas cosas, sino en poner todo el corazón lleno de amor en la acción del momento.
'Deséame todo bien de parte de Mis creaturas. Deséame que muchas almas salgan del Purgatorio este día. Únete a su alegría porque al fin llegan a verme y a la Mía por su felicidad. Sube, sube con frecuencia al Cielo."
1149. 3 de septiembre. Hora Santa. "Emplea esta Hora como Yo. En Mí. En al jardín, en suplicar y en amar. Pues todo eso lo puedes hacer a través de Mí y Mi Oración, es algo siempre nuevo. En todo tiempo Mi Perdón es cosa de actualidad. Te será concedido, pues para ello Mi Sangre humedeció la Tierra. En cuanto a la paz del corazón ¡la tienes! Yo te la compré en el Huerto. Allí lo compré todo puesto que estoy en Agonía.
"Y en cuanto a Mi Amor... pobre Amor Mío, ¿le falta alguna cosa? Sitúate. Mira cómo voy a
enfrentarme con el sufrimiento; en esa lucha cuerpo a cuerpo que Mi Amor tanto deseó para que en El Me conociérais como a vuestro Redentor.
"Mira qué desfigurado estoy. Pedro está atónito al ver Mi Rostro deshecho, Mis Cabellos
humedecidos de Sudor y de Sangre. Mis Ojos miran con imploracion a Mis tres apóstoles; Mi Amor ha tocado el extremo.
"Manténte cerquita. Ofréceme. Pide salvación de pecadores para este día, para mañana. Dame almas. Ten confianza e implora, entre los dos lo podemos todo. En Mi Nombre, en el nombre de Mi Madre que misteriosamente tenía participación en Mi Dolor. Páganos con almas lo que nos debes a los dos. Ten tú misma Mi Sed de pecadores y recuerda la potencia de la oración. Yo oré, entonces, ora tú también. Yo Me entregué, entrégate tú. Y si tienes miedo, mírame, considera Quien Soy y quién eres. Escóndete en Mí. El Padre nos está mirando: míralo tú y ve cómo nos mira.
Estoy empleando palabras que estén a tu alcance: Su Misericordia nos abraza a los dos. Esta unión hace tu fuerza y todo es fácil en el amor. Que tu amor pequeñito se pierda para siempre en la inmensidad del Mío. Y nunca vuelvas por él para recobrarlo."