1212. 28 de enero. Yo leía unas revelaciones. "Lee especialmente tus cuadernos. ¿Qué pensarías de una persona que se interesara más en leer la correspondencia dirigida a una de sus amigas que la suya propia'?” (Se me presentaban una multitud de servicios).
"¿Te perturban en los tiempos que Me tienes dedicados? Pero eso no importa, si las
interrupciones son también para Mí."
1213. En la Basilica de Montmartre. “Señor, Te entrego el momento de mi muerte. Y en mi muerte, todas las muertes de mi familia." "Hija Mía, invoca Mi Nombre en la Cruz cuando Me
encomiendes a las personas. Y encomiéndalos a todos, sin excepción alguna, aun
aquellos que te parecen ser grandes pecadores. Porque Mi Sangre es tan poderosa. Mi Amor es tan grande... ¡Que alegría para ti y para Mí, si conseguimos salvar a esos pobres moribundos!"
1214. 4 de febrero. En Paris. En el Metro. Una mujer que dejaba a su marido lo despedía con
amables ademanes de afecto. "Haz tú lo mismo conmigo. Dame con frecuencia tu sonrisa, tu
mirada cariñosa. ¡Es tan sencillo entre esposos que se quieren! Y el Esposo queda tan feliz..."
1215. 11 de febrero. Nantes, en la calle Lamoricière. "Es posible que ahora no puedas hablar
conmigo, pues no siempre tiene uno cosas que decir... Pero sí que puedes caminar a Mi lado y
pensar con ternura en Mí..."