1237. 6 de mayo, después de la comunión. "No Me has besado esta mañana, ni ayer por la noche. Y sin embargo, tú eres Mi hija. ¿Qué, no estuviste bien contenta el otro día, cuando aquel niñito que tu no conocías te sonrió y te tendió los brazos? Vuestros gestos más simples Me tocan el Corazón. No lo dudes."

1238. 7 de mayo, en la iglesia. Yo decía: ''¡Qué felicidad que Tú seas un Loco de Amor! Porque
esto nos da la alegría de ser amados sin medida." Me contestó: "Sabes lo fácil que es servir a Dios en el amor? Respóndele entrando en El y todo te será fácil y ligero. Recordarás lo que El ha hecho por ti, tan indigna, y tú darás de ti dentro de la distancia que establece esta comparación. Y esto sin contar, sin mirar tu propio interés, sino solamente el Suyo. Hazle, pues, todo por tu Dios. Y que no haya excepciones, pues El lo toma todo y en todo te toma a ti. No dejes de ofrecerte, a lo largo de todo el día, como continuación del ofrecimiento de la mañana; y entre tú y Yo cantaremos al Padre una cantata de Amor que El escuchará como buen Conocedor, aun cuando tú no percibas el agradable sonido.
"Tiende solamente a lograr el Amor y con eso habrás alcanzado el fin. Amor en todo y para todo. El Amor que Soy Yo".

 

Gabriela Bossis (1874-1950) fue la menor de cuatro hijos en una familia católica francesa que la educó cristianamente. Se diplomó en enfermería y sirvió como tal en las misiones de Camerún, por lo que fue condecorada. Fue una persona abierta y comunicativa muy entregada a Cristo, pero que no sintió la vocación religiosa. En 1923 escribió su primera comedia, alcanzó celebridad por obras entretenidas y edificantes que se estrenaron en  numerosos países, incluso interpretando ella algún papel. En 1936 comenzó a transcribir sus diálogos con el Señor, una experiencia mística que vivió durante años. Fue dirigida espiritualmente por varios sacerdotes, que dieron luego testimonio de su paz interior. En uno de sus cuadernos escribe las siguientes palabras que escuchó de Cristo: "Tú has estado siempre bajo mi dirección". Todos esos escritos se agruparon en volúmenes agrupados bajo el título Él y yo. Murió después de experimentar durante varios meses dolencias respiratorias y pérdida de visión, que sobrellevó con el mismo espíritu de conformidad con la voluntad de Dios que guió toda su vida.