1357. 24 de febrero de 1944. Iglesia de Ingrandes.
Yo decía: ¿Cómo podré conocer el Amor?
El: "Aplícate a verme en todos los acontecimientos, grandes y pequeños. Y digo que 'pequeños' porque son los que forman la trama de tus días y recibiéndolo todo de Mi Mano, comprenderás mejor la Solicitud de Dios. ¡Cuán dulce y amable te va a parecer! Aunque no podrás verla sino superficialmente.
Remóntate entonces hasta el Corazón de tu Dios; acuérdate de Sus inmensos Sufrimientos, que El conoció de antemano uno por uno y que aceptó y sufrió de antemano.
Sumérgete, cuanto más puedas, en estas consideraciones y esto avivará la llamita de tu amor.
Confíame tu amor. Cuando Yo vivía en la Tierra, Me llevaban a los débiles y los enfermos, y tu
amor es enfermo y débil; Yo supe resucitar. Si creyerais en Mi Poder, tendríais las mas grandes esperanzas.
Entonces, cree en el Amor: esto basta. Si, Yo te ayudaré, pero Me lo has de pedir. Ya es que te digo cómo hacerlo. Te soplo tu papel; aparece pues sin temor en el escenario del amor.
Seré Yo Quien te conteste.
Gabriela Bossis (1874-1950) fue la menor de cuatro hijos en una familia católica francesa que la educó cristianamente. Se diplomó en enfermería y sirvió como tal en las misiones de Camerún, por lo que fue condecorada. Fue una persona abierta y comunicativa muy entregada a Cristo, pero que no sintió la vocación religiosa. En 1923 escribió su primera comedia, alcanzó celebridad por obras entretenidas y edificantes que se estrenaron en numerosos países, incluso interpretando ella algún papel. En 1936 comenzó a transcribir sus diálogos con el Señor, una experiencia mística que vivió durante años. Fue dirigida espiritualmente por varios sacerdotes, que dieron luego testimonio de su paz interior. En uno de sus cuadernos escribe las siguientes palabras que escuchó de Cristo: "Tú has estado siempre bajo mi dirección". Todos esos escritos se agruparon en volúmenes agrupados bajo el título Él y yo. Murió después de experimentar durante varios meses dolencias respiratorias y pérdida de visión, que sobrellevó con el mismo espíritu de conformidad con la voluntad de Dios que guió toda su vida.