1434. 20 de abril. Le Fresne. En la iglesia.
Yo había visto muchas flores y muy variadas al borde de un foso.
El: Ya ves la fuerza de la primavera. Que un renovado impulso de amor haga florecer en
tu alma virtudes de todos los colores. Seré Yo quien las mire y las disfrute, lo mismo que tú
miraste y gozaste de las flores en el bosque. Piensa que nada hay, fuera del amor, capaz de hacer florecer nuevas bondades. Entrégate pues totalmente al Amor, para que el Amor te posea.
No te dividas en dos partes que fueran una para ti y otra para Mí; Yo aspiro a tu totalidad y de ella Me alimento. Tu amor alivia Mi Sed. Y Soy exigente: os quiero enteros y en todo tiempo. No Me substraigáis nada; no quiero ninguna substracción de vosotros mismos: Me robaríais, pues todo Me pertenece. Si Soy exigente contigo es porque Me quemo de Amor por ti y deseo poseerte... ¿Lo comprendes? ¡Reconoces finalmente Mi Potencia de amar?
Y si Yo sobrepaso toda medida de amor, ¿cómo no habrías tú de sobrepasar tus medidas habituales, para establecerte en las regiones superiores de la simplicidad y la unión? Sobre todo, si sabes que es en esas elevadas regiones donde Yo te espero y tengo una gran necesidad de encontrarte.
Considerando lo real y verdadera que es esta necesidad, es como puedes tú acordarte de que te es posible darme una limosna. Y piensa en lo que vale un óbolo de sí mismo dado por amor; ¿cuál no será la alegría de Quien lo recibe? Aumentará Sus Dones y el alma que los recibe se verá abrumada de asombro y de agradecimiento y se dirá: 'Pero, ¿qué es lo que yo he hecho para merecer la Complacencia de mi Dios?'
A lo cual responderé Yo: 'Es que Lo amaste con todas tus fuerzas y te dejaste amar por El.
Gabriela Bossis (1874-1950) fue la menor de cuatro hijos en una familia católica francesa que la educó cristianamente. Se diplomó en enfermería y sirvió como tal en las misiones de Camerún, por lo que fue condecorada. Fue una persona abierta y comunicativa muy entregada a Cristo, pero que no sintió la vocación religiosa. En 1923 escribió su primera comedia, alcanzó celebridad por obras entretenidas y edificantes que se estrenaron en numerosos países, incluso interpretando ella algún papel. En 1936 comenzó a transcribir sus diálogos con el Señor, una experiencia mística que vivió durante años. Fue dirigida espiritualmente por varios sacerdotes, que dieron luego testimonio de su paz interior. En uno de sus cuadernos escribe las siguientes palabras que escuchó de Cristo: "Tú has estado siempre bajo mi dirección". Todos esos escritos se agruparon en volúmenes agrupados bajo el título Él y yo. Murió después de experimentar durante varios meses dolencias respiratorias y pérdida de visión, que sobrellevó con el mismo espíritu de conformidad con la voluntad de Dios que guió toda su vida.