1257. 23 de julio. "Aquí estoy, te estaba esperando. Cuando comulgáis por la mañana, Yo espero vuestra visita de acción de gracias, porque Me la merezco. Di si no: haber comulgado y no dar las gracias es señal de poco corazón, Yo Me he dado por entero a Mis hijos; el que quiere, toma. Y el que toma, toma todo el Cielo pues el Cielo Soy Yo. No te acostumbres a un favor semejante; que sea siempre ‘tu primera comunión’.
"A veces no sabes cómo emplear los momentos en que estás despierta durante la noche; llénalos con un llamamiento de amor por la Comunión que vas a recibir la mañana siguiente. Tiéndeme los brazos. Dame los nombres más dulces, aunque estés medio dormida. Que tus entrañas se estremezcan en un impulso hacia la Hostia que Soy Yo, preparada para ti desde la Ultima Cena.
Esta Comunión te reserva Gracias que no eran las de ayer y que no se te darán mañana. Su Amor es infinito y multiplicador. Entrégame la disposición en que te encuentres, por pobre que sea. Tú te afliges de ser tan pobre: pero sé como una pobre que muestra sus harapos al Dueño del Palacio y recibe en cambio un gracioso vestido. El Señor no se lo habría ciertamente dado si ella no hubiera consentido en exponerle su miseria. El está lleno de compasión y sólo aguarda que se formule una petición de auxilio. ¡Cuántas veces te he hecho sentir que en esto está la divina Delicadeza! Tú das un primer paso y todo el resto viene como por sí solo, con abundancia tal que tú piensas luego: 'Es El'.
"Piensa siempre en la presencia de Mi Amor; apoya tu cabeza sobre Mi Corazón; con ello
Me das alegría y tú misma quedarás contenta. ¡Si tú conocieras el Don de Dios y Quién es el que le habla! Ven pues a Mí y tráeme a otros.
¿O es que Yo no puedo curar a distancia? Solamente dame sus nombres. Tú sabes bien que
algunos médicos no necesitan ver al enfermo. Cuando tú Me hablas de ellos, los veo a todos para curarlos porque Soy el gran Médico. "A ti también quiero curarte de tu poca Fe, de esa vida que llevas, más a Mi lado que dentro de Mí; de tu corta vista sobre Mi Presencia actual. Piensa que tu gran Amigo no está ausente, sino solamente invisible, impalpable, pero está ahí con Su Locura de Amor. De Mi Amor tomarás Amor, para ofrecérmelo luego como tuyo. ¿Quieres? Hasta la noche. Hasta prontito. Hasta siempre."
Gabriela Bossis (1874-1950) fue la menor de cuatro hijos en una familia católica francesa que la educó cristianamente. Se diplomó en enfermería y sirvió como tal en las misiones de Camerún, por lo que fue condecorada. Fue una persona abierta y comunicativa muy entregada a Cristo, pero que no sintió la vocación religiosa. En 1923 escribió su primera comedia, alcanzó celebridad por obras entretenidas y edificantes que se estrenaron en numerosos países, incluso interpretando ella algún papel. En 1936 comenzó a transcribir sus diálogos con el Señor, una experiencia mística que vivió durante años. Fue dirigida espiritualmente por varios sacerdotes, que dieron luego testimonio de su paz interior. En uno de sus cuadernos escribe las siguientes palabras que escuchó de Cristo: "Tú has estado siempre bajo mi dirección". Todos esos escritos se agruparon en volúmenes agrupados bajo el título Él y yo. Murió después de experimentar durante varios meses dolencias respiratorias y pérdida de visión, que sobrellevó con el mismo espíritu de conformidad con la voluntad de Dios que guió toda su vida.