1240. 10 de junio de 1942. “Pasa todo este mes en Mi Corazón y habla siempre un poco de Mí.
Aunque sólo sea pronunciar una vez Mi Nombre en una frase. Te lo agradeceré y te lo pagaré."
1241. 4 de junio. Yo decía: "Gloria a Tí en mi corazón, Tú, que eres Padre, Hijo y Espíritu Santo,"
Me dijo: "Pide seguido Nuestra Gloria, pues la Gloria de la Trinidad está en vuestro
amor. ¿Qué podría glorificarnos más que el amor de Nuestras creaturas? ¿Y qué podría haceros a vosotros más felices? Considera que todo lo que Yo pido de los hombres es para su bien y su felicidad. Pero ellos no lo comprenden y Me tratan como si fuera un Amo exigente.
¡Y Soy el más tierno! Y cuán agradecido estoy a todos los que Me consuelan de esta culpable
incomprensión, de este desprecio, de esta indiferencia. Consuélame, dándome todo lo que eres, dejándome hablar y obrar por ti, recordando que solo Yo, Yo en ti, es por Quien debes vivir. Vivir para alguien es muy dulce, pero vivir para su Dios, es algo que sobrepasa toda dulzura. Ensaya pues.
"Las personas que vas a recibir mañana, ¿las vas a recibir en Mi Nombre? ¿En pura Caridad
fraterna y para hacerles algún bien?
"Y cuando se trata de tu propio bien, hazlo en vista de Mí, pues ya sabes que lo que Yo deseo es tu santidad. Que tu corazón salga al encuentro del Deseo de tu Salvador.
"El amor es un continuo intercambio: tú Me tomas en tu lugar y Yo te tomo en el Mío. Es muy
bueno, y muy sencillo. Pero, ¿cómo hacer que los hombres lo comprendan? Ruega por esta
intención. Entrega a Mi Madre estos pobres hombres, esta pobre Francia, que Yo amo y que Me huye. Mi Madre obtiene mucho donde vosotros nada podéis alcanzar. Entrégate a Ella para que Ella te santifique y llame sobre ti al Espíritu."