1337. 7 de octubre En la iglesia de Montrelais.
Yo Le daba gracias por haberme librado del bombardeo.
El: "Sí, dame siempre las gracia Te he dado mucho. Y ahora, si te mandara alguna tribulación, ¿Me darías las gracias? Tendrías que hacerlo, pues Yo todo lo hago para el bien de las
almas. No dudes de ello y cree en Mi Amor. Espera en Mi Amor, ama Mi Amor. Si así lo haces, lo recibirás todo como venido de Mí y Yo seré tu único motivo en todo lo que hagas. Si esperas en Mi Amor, ya no contarás más contigo misma y Me esperarás en todas las circunstancias difíciles, pensando que si tú no puedes nada, Yo lo puedo todo. Y así permanecerás confiada y en paz. Y tomarás de nueva cuenta tu tarea de amor, feliz de sufrir algo por consolarme.
Tú te dices a ti misma: ‘¡Oh, si por lo menos tuviera la seguridad de que lo consuelo!' Pero recuerda que siendo Dios, soy también Hombre y que a un hombre se le puede consolar.
No te admires de tener contratiempos; no fuiste hecha para el descanso en la Tierra, sino para el reposo del Cielo.
Acostúmbrate a poner tus finalidades en la Eternidad; pues nada de cuanto te sucede tiene la menor importancia fuera de su relación con el Fin.
Juzga de todo en Mí y por Mí. Porque Mis Juicios no son con frecuencia iguales a los vuestros. Y saca de Mi Corazón Misericordia para derramarla sobre todos los que se te acerquen. ¡Cuánto bien puede resultar de ciertos contactos entre las almas: de una simple sonrisa, de un gesto benévolo! Pero Mi Pensamiento ha de estar clavado en ti como una bandera."
Gabriela Bossis (1874-1950) fue la menor de cuatro hijos en una familia católica francesa que la educó cristianamente. Se diplomó en enfermería y sirvió como tal en las misiones de Camerún, por lo que fue condecorada. Fue una persona abierta y comunicativa muy entregada a Cristo, pero que no sintió la vocación religiosa. En 1923 escribió su primera comedia, alcanzó celebridad por obras entretenidas y edificantes que se estrenaron en numerosos países, incluso interpretando ella algún papel. En 1936 comenzó a transcribir sus diálogos con el Señor, una experiencia mística que vivió durante años. Fue dirigida espiritualmente por varios sacerdotes, que dieron luego testimonio de su paz interior. En uno de sus cuadernos escribe las siguientes palabras que escuchó de Cristo: "Tú has estado siempre bajo mi dirección". Todos esos escritos se agruparon en volúmenes agrupados bajo el título Él y yo. Murió después de experimentar durante varios meses dolencias respiratorias y pérdida de visión, que sobrellevó con el mismo espíritu de conformidad con la voluntad de Dios que guió toda su vida.